El sector de la automoción se enfrentará durante los próximos años a numerosos retos. Entre ellos están una transición energética hacia la electrificación del automóvil, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China –que precisamente es el primer fabricante de coches eléctricos–, y el riesgo que supone un hard Brexit, es decir, una salida del Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdos, para el comercio en general, y la industria del automóvil en particular.
Este último, el temido hard Brexit, podría provocar un aumento en los aranceles que se aplican a los coches que se fabrican en Reino Unido y sus componentes. Como principal consecuencia, los costes de fabricación aumentarían y la demanda que encontrarán los mismos más allá de las islas británicas mermaría. Según datos de Reuters, en Gran Bretaña se fabricaron 1,52 millones de automóviles el pasado año, lo que supone un descenso del 9% respecto al año anterior. Desafortunadamente, esta tendencia negativa apunta a una caída mayor en 2019.
Una parte cada vez más importante de los coches fabricados en el país son eléctricos o electrificados, por lo que una salida de la UE sin acuerdo provocaría también consecuencias indeseables en la fabricación y los precios de venta de los automóviles más respetuosos con el medio ambiente. Marcas como Jaguar, Land Rover, Toyota, Honda y Nissan fabrican numerosos modelos de su catálogo en Reino Unido, de los cuales muchos son coches eléctricos o híbridos.
Jaguar Land Rover
El caso de JLR, el mayor fabricante británico con 449.304 coches al año (-15,6% respecto 2017), es especialmente significativo. La mayoría de su producción se realiza en el país, incluyendo las versiones híbridas de Range Rover y Range Rover Evoque. En cambio, su principal coche eléctrico, el Jaguar I-Pace, se construye en Austria a través de la subcontratación de Magna Steyr, por lo que un Brexit duro no afectaría a este último.
Nissan
Por otro lado, la situación de Nissan es completamente distinta. En 2018 fabricó 442.254 automóviles en su planta de Sunderland, en Inglaterra, con una bajada del 10,7% en la productividad. Es en estas instalaciones donde también se ensambla el Nissan Leaf, su principal coche eléctrico. Unas recientes declaraciones de la ACEA, la asociación europea de fabricantes, el Brexit podría provocar un aumento del 10% en su precio. En cambio, la furgoneta eléctrica e-NV200 se seguirá fabricando en Barcelona, esperemos que por mucho tiempo.
Mini
La marca inglesa propiedad del Grupo BMW construye el Mini en la planta de Oxford. Mini ha sido la única marca entre los principales fabricantes establecidos en el país que ha incrementado su productividad en 2018, con 234.183 unidades y un aumento del 7%. En cambio, la ejecución del Brexit el próximo viernes 29 de marzo podría dejar en fuera de juego la versión eléctrica que tiene previsto lanzar este mismo año. Mientras tanto, junto a su socio Brilliance, BMW ya está trabajando para fabricar paralelamente el Mini eléctrico en China. La idea inicial del fabricante alemán era la de construir el modelo del mercado europeo en Oxford y el del asiático en China.
Honda
El fabricante japonés Honda ha reducido un 2,1% su producción en Reino Unido durante 2018 (160.676). Su factoría, situada en Swindon, construye –además del Civic– el CR-V, un nuevo SUV que acaba de ser lanzado al mercado europeo como modelo híbrido. Esta misma semana la marca confirmará el cierre de la planta, por lo que deberá trasladar ambos modelos a un nuevo destino.
Toyota
Otro fabricante japonés que podría verse afectado por un Brexit duro es Toyota. Con una producción de 129.000 vehículos anuales en la factoría de Burnaston, Inglaterra, Toyota está actualmente incrementando el ritmo de fabricación de su último lanzamiento, el Corolla Hybrid. El pasado año la producción de su fábrica británica descendió un 10,4%, por lo que la tendencia negativa podría agravarse si no se da un acuerdo entre gobiernos.
Otros fabricantes
Otras marcas, como Aston Martin, que quiere revivir el emblema de Lagonda para fabricar coches eléctricos; o Bentley, que ya tiene en el mercado un lujoso SUV híbrido enchufable llamado Bentayga, podrían verse afectadas por la decisión del país de dejar la Unión Europea. Por su parte Ford, que construye en Dagenham y Bridgend 1,3 millones de motores de combustión, la mitad del total de los motores que se fabrican en el país, será una de las mayores afectadas. Los sindicatos, en representación de la plantilla, ya están presionando a Ford que actualice su modelo productivo para ensamblar motores eléctricos y baterías.