En el Consejo de Ministros celebrado hoy se ha aprobado una nueva deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del 15% tanto para la compra de un vehículo eléctrico como para la instalación de sistemas de recarga, con un máximo de deducción de 20.000 euros.
El anuncio fue realizado ayer por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha sido confirmado por Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos. Ha sido durante la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Ministros, cuando se ha explicado, de manera somera, las características de esta ayuda que viene acompañada con la prórroga de algunas medidas económicas adoptadas en el Real Decreto-ley para combatir las consecuencias económicas de la Guerra a Ucrania, que caducaban el próximo 30 de junio.
La titular de Asuntos Económicos ha destacado que se trata de "consolidar las inversiones en marcha en España" para la modernización de la industria automovilística dentro del conocido como Perte VEC, con el fin de situar al país a la "vanguardia del despliegue en Europa del vehículo eléctrico y conectado y agilizar el despliegue del vehículo eléctrico".
Asimismo, Calviño ha destacado que con esta medida se pretende "resolver la lentitud de algunas comunidades autónomas en la ejecución del Programa de Incentivos móviles". Por otro lado, ha señalado que, en el ámbito del Impuesto de Sociedades, se introduce un incentivo fiscal destinado a promover las instalaciones de recarga, tanto de uso privado como las accesibles al público.
En el Real Decreto Ley también se simplifica la tramitación administrativa de la instalación de infraestructuras de recarga de hasta 3 MW elevando el límite desde los 250 kW que estaban establecidos actualmente.
Lo que aporta la nueva medida a las ayudas existentes
El actual Plan Moves III, dotado con hasta 1.200 millones de euros, incluye ayudas a la compra de coches 100% eléctricos e híbridos enchufables. En el caso de los primeros, el precio de venta sin IVA no puede superar los 45.000 € (53.000 € para turismos de 8 plazas) y van desde los 4.500 € sin achatarrar otro vehículo hasta los 7.000 con achatarramiento. También hay ayudas de la misma cuantía para los vehículos eléctricos alimentados por pila de combustible, que no tienen límite de precio.
En el caso de los híbridos enchufables deben homologar entre 30 y 90 km de autonomía eléctrica. Igualmente, su precio de venta, sin IVA, no puede superar los 45.000 €. Las ayudas son de 2.500 € y 5.000 € sin y con achatarramiento.
La gestión del Plan Moves III corre a cargo de las comunidades autónomas, lo que conlleva retrasos en su cobro, aunque, en muchas ocasiones, los propios fabricantes adelantan el descuento como una promoción sobre el precio de los vehículos.
Las ayudas recibidas a través de este plan se consideran ganancias patrimoniales y Hacienda se lleva una parte en la Declaración de la renta. En función de los ingresos brutos anuales de cada comprador, la cantidad reclamada por Hacienda es diferente, pero de media ronda el 20% de la ayuda (la horquilla va desde el 19% al 47%).
Ante esta situación, los principales actores de la industria de la automoción han venido reclamando que las ayudas se transformen en un descuento directo sobre el precio del vehículo en el punto de venta y que se les exima de cotizar como incremento patrimonial en el IRPF.
De esta manera, la desgravación anunciada por el Gobierno puede paliar en parte el efecto contrario que supone su inclusión en la declaración. Sin embargo, no afecta a los plazos de devolución puesto que esta se produce en el ejercicio posterior a la compra.