Hace una década, los fabricantes de automóviles ya vislumbraban que el futuro de la industria sería eléctrico, con los coches híbridos como transición hacia los modelos totalmente eléctricos. En ese contexto, Volkswagen decidió demostrar su capacidad tecnológica con la creación del XL1, un modelo híbrido enchufable exclusivo, producido en una edición limitada de solo 250 unidades y con un precio de lanzamiento de 110.000 euros.
El Volkswagen XL1 es un biplaza con motor central que combina un motor diésel de dos cilindros con un propulsor eléctrico de 20 kW (35 CV), alcanzando una potencia conjunta de 69 CV. Este sistema está apoyado por una batería de 5,5 kWh recargable externamente, logrando un consumo homologado extraordinario de 0,9 litros cada 100 kilómetros.
Aunque su diseño pudiera sugerir un coche deportivo radical, el XL1 tenía un único objetivo: maximizar la eficiencia. Su motor diésel, con una cilindrada de 830 cc y una potencia de 48 CV, fue diseñado específicamente para mantener el consumo lo más bajo posible. En condiciones de uso real, Volkswagen indicó que el XL1 podía recorrer hasta 450 kilómetros con una carga completa de la batería y un consumo promedio de 2,2 litros a los 100 kilómetros, una cifra impresionante considerando que su tanque de combustible tiene una capacidad de solo 10 litros.
Con unas dimensiones de 3,89 metros de largo y apenas 1,2 metros de alto, el XL1 es un vehículo compacto en todos los aspectos. Su anchura también es notablemente reducida, con una distancia de 1,67 metros entre los retrovisores. De hecho, para mantener estas proporciones, los asientos no están completamente alineados; el asiento del pasajero está ligeramente desplazado hacia atrás en relación con el del conductor.
Uno de los aspectos más destacados del XL1 es su peso, apenas 870 kilos. Los ingenieros de Volkswagen llevaron al extremo la reducción de peso, utilizando fibra de carbono en gran parte de la estructura y la carrocería. Se eliminaron elementos convencionales como los tiradores de las puertas (se abren mediante la llave), el acolchado adicional en los asientos y los retrovisores tradicionales, que fueron reemplazados por cámaras, todo en aras de optimizar el peso del coche.
Las 250 unidades del XL1 se vendieron rápidamente, y hoy en día es posible encontrar algunas de ellas en el mercado de segunda mano en Europa. Actualmente, solo tres están disponibles en internet. La más accesible tiene un precio de 95.000 euros y ha recorrido 25.000 kilómetros, mientras que la más cara, con menos de 50 kilómetros, está valorada en 159.000 euros.