La industria espera que la conducción autónoma se convierta en la nueva tierra prometida. Coches que no necesitan a un conductor para circular es la gran promesa que llevamos años escuchando, aunque nada hace indicar que vayamos a disfrutarla o verla a corto o medio plazo. Y Elon Musk se ha rendido ante lo evidente. El magnate norteamericano lleva mucho tiempo insistiendo que en 2022 Tesla contaría con coches completamente autónomos, pero finalmente ha reconocido que no va a ser así. Una vez más, las esperanzas de Musk superan con creces la realidad.
No es nada extraño que el CEO de Tesla haga declaraciones que sus equipos son incapaces de cumplir. Ha pasado reiteradamente con cada nuevo modelo que han puesto a la venta. Las esperas, las dilataciones de tiempo y los retrasos son la tónica habitual de una empresa que, a pesar de todo, se sitúa en la cúspide de la industria del motor. Sólo hay que echar un vistazo al proyecto de la Tesla Cybertruck. Hace ya más de dos años que debería haber entrado en producción y eso no pasará hasta el año que viene, en principio.
Con la conducción autónoma pasa tres cuartas partes de lo mismo. Allá por el 2016 Tesla presentaba en sociedad el Enhanced Autopilot Hardware 2.0, el germen de lo que hoy conocemos como el paquete FSD. Entonces Elon Musk aseguró que en un plazo de cuatro años todos los coches de la compañía serían capaces de circular con la total despreocupación por parte del conductor. Una quimera que fue mucho más fácil de anunciar que de desarrollar. Tales son las complejidades que el propio Musk ha reconocido que no veremos algo así en lo que queda de año.
Puede que ni al cierre del 2022 ni al del 2023, porque no sólo depende del desarrollo de la tecnología y del software, también depende de la aprobación por parte de los organismos de transporte en Estados Unidos, la agencia NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras), la cual tiene varios frentes abiertos con la compañía de Musk ante numerosos accidentes que han puesto bajo la lupa el paquete FSD Beta de la compañía. Hasta que no se resuelvan los problemas actuales, no veremos un coche autónomo con el emblema de Tesla.
Es el organismo regulador el que debe dar autorización a la compañía a operar sin conductor, y actualmente las investigaciones apuntan en un sentido totalmente contrario. Varios incidentes han puesto en entredicho el buen rendimiento del paquete FSD (Full Self Driving). La última versión ya se está desplegando entre los conductores americanos, pero a pesar de sus tremendas capacidades sigue teniendo puntos débiles que no animan a un cambio en la regulación. Tesla está tomando mucho protagonismo por su particular enfoque, confiando más en las cámaras y en el software que en los más avanzados radares empleados en la industria.
Según Automotive News, Elon Musk ha declarado que no va a dejar de apoyar el proyecto de la conducción autónoma total porque espera que se convierta en uno de los ejes de mayor rendimiento económico de la compañía. A pesar de ello rebaja las estimaciones y reconoce lo evidente. Según una llamada a dicho medio, sus palabras fueron las siguientes: "El coche podrá llevarte de tu casa al trabajo, a casa de un amigo o al supermercado sin que toques el volante. Es un asunto aparte en cuanto a si tendrá aprobación regulatoria, pero por el momento no será así".