Luca de Meo ha puesto de nuevo a Renault entre los fabricantes más relevantes de la actualidad. Es un hecho que quedó constatado el pasado enero con el plan Renaulution, que tuvo al Renault 5 eléctrico conceptual como máximo protagonista. Sin embargo, hay más coches eléctricos confirmados por la firma del rombo que se antojan clave en su porvenir más próximo, entre ellos la próxima generación del Renault Mégane, a la que Renault se ha referido como Mégane-E en su último comunicado.
El popular modelo francés sufrirá un cambio sin precedentes en su historia, pues dejará atrás la filosofía de berlina compacta que siempre le ha resultado tan exitosa para ofrecer un enfoque a medio camino entre crossover y SUV. No obstante el cambio más drástico en su filosofía no es este, sino que llegará ofertado sólo con trenes de potencia completamente eléctricos.
La firma del rombo ha lanzado hoy un comunicado en el que da a conocer su plan de transición energética. Una hora de ruta ambiental y social integrado en el plan estratégico de Renaulution y mediante el cual prometen una huella neutra en carbono para el año 2040.
No es, pues, un comunicado relativo a producto y sus próximos estrenos, pero sin embargo el fabricante francés ha mencionado directamente al Renault Mégane y cómo pretender hacer de sus coches vehículos más seguros para sus ocupantes y menos nocivos para el medio ambiente.
Dice el comunicado: "A partir de 2022 el Megane-E vendrá equipado con un limitador de velocidad automático, equipado de forma predeterminada. La velocidad máxima del modelo también estará limitada a 180 kilómetros por hora. La velocidad estará limitada según los vehículos y no superará los 180 kilómetros por hora".
Renault Mégane eVision Concept.
Deja Renault así claro varios aspectos, además de lo que parece el nombre de producción de la nueva generación del Renault Mégane (el modelo conceptual fue nombrado Mégane eVision) y la velocidad máxima de este. Y es que la firma limitará la velocidad punta de cada modelo en base al tipo de coche que sea y sus aptitudes como coche eléctricos, no superando nunca los 180 kilómetros por hora. Es de esperar, pues, que los modelos de envergadura y especificaciones eléctricas de menor calado sean aquellos que más mermada vena su velocidad máxima.
(Actualización: más tarde la Renault se ha vuelto a cambiar su manera de referirse al Mégane eléctrico como Renault Mégane E-TECH Electric).
No se trata, sin embargo, de una decisión tomada en torno a mejorar los valores de eficiencia de sus coches eléctricos, sino que principalmente está concebida para reducir el número de siniestros en las carreteras en los próximos años. Además de la limitación de velocidad, los futuros Renault analizarán los datos de conducción mediante sensores ubicados en el coche para fomentar una conducción más segura, y proporcionarán información al conductor sobre el estado de la vía y procesará los datos de la carretera y el tráfico para informar al mismo de riesgos potenciales en su ruta.
Recordemos que ya sabemos varios aspectos clave acerca del Mégane-E, confirmados en la presentación del modelo conceptual. Estará basado en la plataforma CMF-EV resultante de la alianza entre Renault, Nissan y Mitsubishi en Europa. Tendrá una longitud total de 4,21 metros y 2,77 metros de distancia entre ejes que han permitido a la firma francesa incorporar un paquete de baterías de 60 kWh de capacidad. A su vez será capaz de asumir potencias de carga de hasta 130 kW, por lo que con la infraestructura de carga apropiada promete tiempos de carga reducidos.
Como confirmado de nuevo por la propia firma francesa, el Renault Megane eléctrico de producción se estrenará comercialmente durante 2022.