Al Volkswagen ID.3 le han llovido críticas sobre la calidad de su acabado interior. El uso excesivo de materiales plásticos revela una intención por parte del fabricante por reducir costes para logar ofrecer un precio ajustado y compensar la elevada inversión que supone el desarrollo de su sistema eléctrico y de la batería. Sin embargo, Volkswagen es una marca que siempre ha presumido de calidad, tanto en mecánica como en confort, por lo que, según indica el diario económico alemán Handelsblatt, este "problema de juventud" debería desaparecer en favor de una mayor percepción de calidad interior.
El Volkswagen ID.3 es considerado dentro de la marca alemana como el sucesor histórico del Golf. Antes de comenzar las entregas de las primeras unidades, e incluso en ellas fue el software el que estuvo dando quebraderos de cabeza a la marca. La implementación de un software totalmente nuevo trajo consigo la imposibilidad de entregar las primeras unidades con un sistema totalmente operativo. Sin embargo, Volkswagen ha conseguido, en primer lugar, que las primeras unidades pudieran actualizarse vía OTA (over-the-air), después de cargar software nuevo tras pasar por el taller. A partir de ahí todo ha sido más sencillo puesto que las siguientes versiones, corrigiendo otros fallos, ya podían ser enviadas a cada coche sin necesidad de pasar por el taller.
Pero acompañando a este problema, que se puede considerar un peaje que es necesario pagar por la juventud del coche y de su tecnología, también ha llegado una crítica consecuencia de la decisión del fabricante de recortar gastos y compensar la inversión tecnológica. Los acabados han sido objeto de crítica generalizada. El diario alemán Handelsblatt, citando fuentes internas "bien informadas" asegura que todos esos plásticos económicos y revestimientos baratos que actualmente se encuentran repartidos por el habitáculo del ID.3 deberían desaparecer en favor de materiales de mayor calidad.
Interior del Volkswagen ID.3.
Si bien el año pasado, las versiones de lanzamiento, reservadas con antelación permitieron que los datos de ventas fueran extraordinarios en este modelo, lo cierto es que en el primer trimestre de 2021 las cosas están cambiando. Con prácticamente ya todas las versiones de la oferta disponibles para su compra, los datos no son tan favorables, alcanzando hasta un 80%. En el primer trimestre se han matriculado 11.400 unidades, muy por debajo de lo esperado por Volkswagen. Y una de las de que el ID.3 no esté dando el resultado comercial esperado puede ser precisamente esa baja calidad interior.
¿Aumento de precio?
Para poder ofrecer el Volkswagen ID.3 a un precio lo más económico posible y convertirlo en un 'Golf eléctrico' en cuanto a popularidad, el fabricante tuvo que hacer muchas concesiones. Así ha logrado que el modelo más barato pueda adquirirse por poco más de 30.000 euros si se financia la compra
Según el periódico alemán, Volkswagen es consciente de esta coyuntura: "Estamos aprendiendo de estos errores que nos permitirán mejorar cada vez más". Los cambios en el acabado se basarán en eliminar los plásticos duros que se sitúan en el salpicadero y en el revestimiento de las puertas para ofrecer una sensación mayor de confort.
Si bien hasta la fecha no ha habido una comunicación oficial sobre esta actualización en el interior del ID.3, es de esperar que cuando llegue de forma generalizada en toda la gama, en forma de nuevas versiones, o con nuevos niveles de acabados, lo haga acompañada de una ligera (o no tanto) subida de precio.