Alemania seleccionará tres de los seis consorcios que han presentado sus proyectos y que optan a la subvención alemana de 1.000 millones de euros para la puesta en marcha de nuevas plantas de fabricación de baterías para vehículos eléctricos. La estrategia alemana pasa por asegurar la cadena de suministro de baterías a nivel regional, reduciendo la dependencia de los fabricantes asiáticos que actualmente copan el mercado, como son CATL, LG Chem y Samsung SDI. Esta inversión alemana ayudará a cumplir los objetivos exigidos por la Unión Europea para reducir las emisiones contaminantes del transporte y reducir el consumo de combustibles fósiles.
Según ha anunciado el ministro de Economía Peter Altmaier, una vez que haya completado su proceso de selección, el gobierno alemán presentará todos los documentos necesarios de esta ayuda estatal a la Comisión Europea. Sin embargo, no quiso adelantar qué consorcios de los seis que optan a la subvención son los que tienen mayores posibilidades de obtenerla.
Alemania cuenta también con el apoyo de Francia, que también ha anunciado que destinará 700 millones de euros a este mismo propósito, para establecer un consorcio de empresas transfronterizo en el que ya han mostrado interés el Grupo PSA, que incluye al fabricante alemán Opel y el fabricante de baterías francés Saft.
Una vez definida la lista de consorcios, esta debe ser enviada a la Comisión Europea. A través del Foro Estratégico para Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI) es posible eludir las reglas habituales para lograr ayudas estatales permitiendo que cada gobierno financie cada uno de los proyectos a través de inversiones conjuntas con la industria privada, favoreciendo que las cadenas de valor resulten más sólidas.
La iniciativa cuenta con el apoyo del comisario europeo de energía, Maros Sefcovic, y de la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager. Según Altamaier, a fin de año "esperamos tener las ideas claras para hablar con Bruselas".
En total, más de 30 empresas participan en el proceso de selección, agrupadas en diferentes consorcios. Uno de los que más posibilidades tiene de ser seleccionado es el formado por los fabricantes de automóviles alemanes BMW y Volkswagen, el fabricante alemán de baterías Varta y la empresa sueca Northvolt.
Precisamente, Northvolt ha presentado dos solicitudes de financiación al gobierno alemán, uno para establecer una segunda fábrica de baterías en Alemania y otra para poner en marcha un proyecto de investigación con Volkswagen a través de una empresa conjunta, que construirá una planta de fabricación de celdas de baterías en Salzgitter.
Un mercado en crecimiento
Las cada vez más estrictas normas de emisión de la Unión Europea, y el cambio en la mentalidad de los consumidores, han obligado a los fabricantes a adelantar sus planes ante el previsible aumento de la demanda de vehículos eléctricos, y por lo tanto, de baterías.
Según la consultora McKinsey, en 2040, la demanda de baterías para los vehículos eléctricos que se fabricarán en Europa alcanzará un total de 1.200 GWh cada año y será cinco veces mayor que el volumen que producción confirmado hasta la fecha, es decir, se necesitan 80 plantas capaces de producir 15 GWh al año cada una para cubrirla.