Hace apenas unos meses se anunció que las baterías para vehículos eléctricos iban a requerir de un pasaporte especial en la Unión Europea, de forma que se pudiera hacer un seguimiento específico de cada uno de los paquetes.
Una forma de identificar las baterías que afectará no sólo a las de los coches cero emisiones, sino que también a las motos eléctricas, y en realidad a cualquier vehículo que utilice un paquete con una capacidad superior a los 2 kWh, lo que quiere decir que aquí entran también los automóviles híbridos enchufables o PHEV.
Será obligatorio a partir de febrero de 2027
Por supuesto, cualquier otro coche electrificado, como podría ser un HEV o híbrido convencional cuya batería en el futuro superase dicha cifra, también lo requerirá.
La norma ha puesto como fecha de activación de este pasaporte el 18 de febrero de 2027, por lo que desde ese día ya será obligatorio en Europa para todos y cada uno de los vehículos que respondan a las mencionadas características y que se quieran comercializar en nuestro continente.
Deutsche Telekom ha presentado esta misma semana un prototipo de este pasaporte, que serviría a todos aquellos fabricantes que tienen que ponerse al día en este sentido y no quieran desarrollarlo de forma independiente.
El que sí se ha encargado ya de poner en marcha este pasaporte es Volvo, que ya fabrica el Volvo EX90 100% eléctrico con este tipo de identificador. La propia marca estimó que el coste de este añadido es de entre 8 y 15 euros por vehículo, en cuanto al que ha creado gracias a la colaboración con la start-up Circulor, con amplia experiencia en materia de blockchain.
Contendrá más de 90 datos actualizados sobre la batería
El battery pass o pasaporte de batería, como decíamos, busca informar del ciclo vital de cada paquete, recopilando todo lo referente al mismo desde que se fabrica hasta que sale del vehículo para reciclarse o desecharse, según el estado en el que se encuentre.
Todos estos datos se obtienen mediante la lectura de un código QR, en el caso de querer acceder a una información simplificada, mientras que mediante un número VIN se pueden conseguir un total de 90 datos referentes a la batería.
En estos, estarían los materiales utilizados para la fabricación, el origen de los mismos, la salud de la batería, la huella de carbono que se asume, la vida útil, la garantía comercial, el rango de temperatura soportable, entre otros, y, con todo esto, las opciones de reciclaje.