Cada vez es más común que veamos cómo los costes de fabricación de diferentes componentes que forman los coches eléctricos aumenten sus precios y, con ello, el de los propios vehículos a la hora de ser vendidos al cliente final. Ahora, un nuevo estudio realizado por E Source asegura que dicho coste seguirá aumentando hasta un 22% para el año 2026 debido especialmente a la escasez de las materias primas que forman los distintos elementos del vehículo.
Este estudio centra su resultado sobre el aumento de precio que recibiría la fabricación de las diferentes celdas de batería para coches eléctricos. El vicepresidente de E Source ha admitido que “se acerca el tsunami de la demanda de vehículos eléctricos” lo que supondrá todo un revulsivo para una industria que “aún no está preparada para ello”, afirmó el directivo sobre el mercado de las baterías para los vehículos eléctricos.
Desde E Source aseguran que actualmente fabricar una batería para un coche eléctrico cuesta de media alrededor de 128 dólares por kWh, mientras que para los próximos meses podría continuar disminuyendo su coste hasta llegar a los 110 dólares por kWh. Sin embargo, ese será el precio mínimo que estas alcanzarán ya que a partir de ahí se espera un importante repunte en dichos costes debido a la falta de suministros y materias primas, lo que supondrá un alza de precios del 22% entre el año 2023 y 2026, llegando a un máximo de 138 dólares por kWh para dicho año. Una vez se alcance este techo, el estudio pronostica que nuevamente iniciará un descenso constante en el que alcance un mínimo de 90 dólares por kWh para el año 2031.
La gran clave de todo, según estima el estudio, será la escasez de litio. Sin este material es imposible llevar a cabo la fabricación de baterías que alimenten a los coches eléctricos, algo que será de relevante preocupación debido a la alta demanda que se espera de estos modelos. Actualmente ya vemos marcas como Tesla llevando a cabo maniobras y acuerdos para que no les falte suministro de este material. “Hay una escasez de litio, y va a haber una escasez aún mayor en los próximos años”, aseguró el vicepresidente de E Source.
Este hecho será algo que repercutirá directamente sobre el coste medio de un coche eléctrico para un cliente final, los cuales se prevén que incrementen su precio para el año 2026 entre 1.500 y 3.000 dólares adicionales por vehículo. El estudio también ha reducido sus estimaciones de ventas de estos coches para el año 2026, las cuales han disminuido entre un 5 y un 10%.
Queda claro que los coches eléctricos sustituirán a los actuales movidos por combustibles fósiles en los próximos años, esto repercutirá directamente en una mayor demanda de estos vehículos “cero emisiones”, algo que, según estima el estudio, debería disminuir el precio de estos, ya que las compañías podrán fabricar en masa y disminuirían sus costes productivos. Sin embargo, a causa de la falta de materiales, este hecho se volverá contrario en los años venideros, haciendo que la compra de un automóvil medio llegue a considerarse una adquisición casi de lujo.
Directivos de marcas principales como Ford o Tesla, ya han instado a la industria minera que se debe aumentar la extracción de materias principales como níquel o el propio litio. Tanto Jim Farley (Ford) y Elon Musk (Tesla) han expresado su preocupación al respecto y elevado solicitudes de permiso para iniciar una minería particular. A pesar de esto, el estudio de E Source afirma que actualmente hay una cantidad sorprendentemente baja de proyectos mineros a este respecto, algo poco comprensible debido al elevado coste del litio, el cual ha aumentado casi en un 900% en los últimos 18 meses.