El panorama de la movilidad de las ciudades está cambiando ante las cada vez más abundantes entregas diarias de pequeña paquetería, propiciado por un creciente incremento comercio electrónico. Una práctica que hace que aumente el tráfico de furgonetas pequeñas y medianas que cada día recorren las ciudades en busca de sus destinatarios. La movilidad eléctrica, combinada con la tecnología de los vehículos autónomos puede ser una de las llaves que resuelva este nuevo problema que combina la congestión del tráfico, por un mayor número de vehículos en circulación, y los atascos provocados por las numerosas paradas que estos realizan para las entregas.
A medida que crece el comercio electrónico, las empresas buscan la mejor forma de llevar productos a los clientes mejorando la puntualidad y la eficiencia de las entregas. Según la Oficina del Censo de EE. UU., el porcentaje de operaciones realizadas mediante comercio electrónico ha aumentado en la última década de un 4% en 2010 hasta casi un 11% en el primer trimestre de 2019. Para algunas empresas, entre las que se encuentran fabricantes de automóviles y proveedores la respuesta puede estar en los vehículos eléctricos y la tecnología autónoma.
El problema
Alison Conway, profesora asociada de Grove School of Engineering en el City College de Nueva York, asegura que los servicios de venta por internet que ofrecen, cada vez más, una mayor reducción de los plazos de entrega, ha aumentado la cantidad de los llamados microwarehouses, (puntos de entrega a domicilio), ya que cada vivienda es un potencial lugar de parada. Además, se une el hecho de que las entregas se realizan durante todo el día y en diferentes momentos, incluida la tarde e incluso la noche, lo que complica las paradas de los vehículos en los lugares acondicionados para ellos, ocupados por otros vehículos, puesto que en muchas ocasiones el horario de descarga no va más allá de las cinco de la tarde. Esto provoca que los conductores tengan que detenerse en lugares indebidos provocando dificultades al tráfico. "El comercio electrónico ha cambiado la distribución espacial de los lugares donde los vehículos estacionan, lo que exige que comencemos a determinar qué cambios deben realizarse en la red", dice Conway.
Continental CUbe y los robots de entrega en miniatura
Allan Rutter, jefe de división del Grupo de Investigación Interdisciplinaria de Análisis de Carga e Inversión en el Instituto de Transporte de Texas A&M, cree que es demasiado pronto para saber cómo afectará el tráfico urbano el enorme crecimiento del comercio electrónico, puesto que algunas tendencias aún se están desarrollando. La clave para él estará en el número de clientes que logre acopiar la venta de comestibles a través de internet, al igual que la expansión del comercio electrónico a personas que anteriormente no podían acceder a él.
La solución
Esta tendencia creciente de las ventas a través del comercio electrónico está provocando la búsqueda de nuevas e ingeniosas formas de aplicar la tecnología para llevar productos a la puerta de los clientes. Estas son algunas de las últimas soluciones presentadas y que más interés han suscitado, todas ellas basadas en vehículos eléctricos y autónomos.
Este año, Continental, uno de los grandes de la industria de componentes y sistemas para vehículos de todo tipo, presentó sus tecnologías para taxis autónomos. La mula de pruebas para el desarrollo de estas tecnologías es el CUbE basado en la plataforma del EZ10, preparado para transportar personas sin intervención de un conductor humano. Con este vehículo, Continental probará las tecnologías que posteriormente se producirán en masa para otros vehículos autónomos y eléctricos, incluidos los robotaxis. Acompañaba al CUbe un robot de entrega en miniatura. "Ambos están electrificados, ambos son autónomos y, en principio, ambos se pueden basar en la misma cartera de tecnología escalable", asegura Ralph Lauxmann, jefe de sistemas y tecnología en la División de Chasis y Seguridad de Continental.
Un vehículo eléctrico y autónomo similar al CUbe podría actuar como una "nave nodriza", transportando los paquetes y uno o varios robots de entrega que se desplegarían para manejar los últimos metros de la cadena de entrega logística. "El objetivo es reducir los tiempos de inactividad en el tráfico y aumentar la capacidad de transporte", asegura Continental.
Un segundo ejemplo viene de la mano de Amazon que ha estado probando un sistema similar de entrega de última milla llamado Scout. Según la compañía, estos dispositivos utilizan datos de las cámaras y los sensores para planificar las rutas y la navegación, transportando los paquetes desde los puntos de distribución urbanos hasta los clientes. Hasta ahora, las pruebas de este robot se han realizado en Washington y California.
Amazon Scout
En Memphis, FedEx está probando un robot de corto alcance, llamado Roxo, que puede desplazarse tanto por las aceras como por la carretera y la calzada, pavimentadas o no, e incluso subir y bajar escaleras. Ford Motor Co. Ha anunciado el inicio de las pruebas en mayo de un robot androide bípedo sin cabeza llamado Digit A que prescinde de las ruedas y puede usar sus brazos y piernas para garantizar la entrega segura de los paquetes.
El androide autónomo Digit A, de Ford.
El impacto sobre las ciudades
¿Qué sucederá en las ciudades cuando estos nuevos vehículos y robots comiencen a pisar sus calles y aceras? La respuesta a esta pregunta está todavía abierta. Rutter pone como ejemplo la confusión y la polémica que ha creado el aumento de bicicletas y patinetes eléctricos circulando por la acera, que todavía no se ha resuelto en la mayoría de los casos: "una vista previa de los problemas que llegarán con los robots autónomos.
"Solucionar el problema de la primera y la última milla del transporte de paquetería es un desafío para muchos operadores", asegura. "Creo que será un desafío para los planificadores de los gobiernos urbanos". Muchas de estas pruebas están siendo impulsadas por empresas tecnológicas, que "en muchas ocasiones prefieren avanzar y si acaso pedir perdón más tarde".