La electrificación de la industria de la automoción está atrayendo a cada vez más inversores ajenos al sector. Según un análisis de Reuters, alrededor de 250 startups relacionadas de alguna forma con el desarrollo de vehículos eléctricos (desde fabricantes a proveedores de piezas) han conseguido una financiación de más de 20.000 millones de dólares –unos 17.000 millones de euros– de fondos de capital de riesgo.
Reuters señala que las baterías y los productos derivados relacionados con la energía son los que más interés despiertan en los inversores. Esto incluiría, por ejemplo, a compañías petroleras, contrarias en un principio al desarrollo de los vehículos eléctricos, pero que verían una oportunidad de negocio en ofrecer electricidad en sus estaciones en lugar de combustibles fósiles. Además, la posibilidad de suministrar carga eléctrica proporciona a las petroleras una cobertura de las pérdidas económicas que está generando el descenso de las ventas de vehículos con motor de combustión.
Según el fondo Synapse Partners, las compañías aeroespaciales también están trabajando en financiar nuevas compañías que trabajen en baterías para vehículos eléctricos. Firmas como Airbus o Boeing ya están trabajando en aviones eléctricos. De hecho, Boeing ha llegado a presentar el modelo Zunum Aero, una nave capaz de transportar 12 pasajeros durante más de 1.000 kilómetros y que podría comercializarse en 2022.
También hay que añadir a empresas de telecomunicaciones como Verizon, que ya ha firmado acuerdos para trabajar en vehículos eléctricos y conectados, o Intel, que implementará aplicaciones de conducción autónoma en futuros modelos de marcas que la compañía aún no ha oficializado. Intel es, de hecho, uno de los inversores más activos, financiando desde startups dedicadas a la fabricación de baterías de compañías como Enovix hasta nuevas empresas como WiTricity o Chargifi, dedicadas a la creación de infraestructura de carga eléctrica.
En China, el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, muchas empresas también se han animado a invertir en fabricantes de vehículos para financiar el desarrollo de las baterías. Así, compañías como la tecnológica Baidu, que financia proyectos de WM Motor, o Alibaba, que invierte en Xiaopeng Motors.