La escasez de semiconductores sigue causando estragos en las distintas cadenas de producción de automóviles de todo el mundo. Está previsto que al situación no mejore a corto plazo, por lo que las pérdidas de beneficios se seguirán prolongando en el tiempo. Unas pérdidas que la consultora AlixPartners se ha atrevido a cuantificar en uno de sus últimos informes.
La empresa, de origen americano, lanzaba recientemente un comunicado del que se han hecho eco en Automotive News, y en el que cuantifican los beneficios que el sector del automóvil ha tenido que dejar escapar a causa de las alteraciones que la falta de estos componentes está imponiendo en las líneas de producción.
AlixPartners estima que para cuando acabe el presente ejercicio, la industria de la automoción habrá perdido un montante total que rondará los 210.000 millones de dólares. Una cifra que se muestra más pesimistas que el dato que la empresa dio anteriormente, pues AlixPartners pronosticó en mayo que la escasez podría costar 110 mil millones al sector, propiciando que se fabricasen 3,9 millones de coches menos conforme a lo estimado si se tratase de un ejercicio corriente.
La consultora americana prevé que antes de acabar este año en total sean un total de 7,7 millones de vehículos los que no puedan llegar a fabricarse dada la falta de semiconductores.
Uno de los primeros BMW i4 producidos en serie en la fábrica de BMW en Múnich.
En Estados Unidos se cuentan por hectáreas la superficie que firmas como Ford están ocupando con modelos aparentemente ensamblados pero que esperan a que haya un stock suficiente de semiconductores para acabar su producción. En España las fábricas de Pamplona, Martorell y Figueruelas, pertenecientes a Volkswagen, SEAT y Opel, respectivamente, ya ha tenido que alterar sus turnos de trabajo y llegar incluso a cerrar líneas de producción completas ante la situación que la crisis impone.
Recientemente fabricantes como el Grupo Volkswagen y Daimler, a través de palabras de sus directivos, exponían su visión ante el asunto declarando que esperan que la situación se prologue incluso hasta el princio del segundo semestre del próximo año.
Ha comentado a Automotive News Mark Wakefield, responsable de la rama automotriz e industrial de AlixPartners. "Por supuesto, todo el mundo esperaba que la crisis de los chips hubiera disminuido más a estas alturas, pero eventos desafortunados como los cierres de Covid-19 en Malasia y los problemas continuos en otros lugares han exacerbado las cosas". Continuaba diciendo que la detención de algunas líneas de producción y la alteración en sus procesos provoca un efecto dominó que acaba afectando a empresas de distinta índole: "Prácticamente cualquier escasez o interrupción de la producción en cualquier parte del mundo afecta a empresas de todos lados, y los impactos ahora se amplifican debido a todas las demás escaseces".
Ante esta tesitura, y más allá de cerrar ciertas líneas de producción, muchos fabricantes están eliminando de su oferta las versiones de acceso de ciertos modelos, para así propiciar que las ventas se concentren en aquellas versiones que mayor margen de beneficios aportan. Como resultado de ello, y aún llegando a cerrar fábricas, firmas como BMW prevén que sus beneficios se vean incrementados con respecto a los números de estos últimos meses durante los primeros compases del año.