Cruise Automation, una empresa subsidiaria de General Motors, ha presentado en un evento en San Francisco el Cruise Origin, un vehículo completamente autónomo que toma el diseño tipo cabina que permite su uso para viajes compartidos. El vehículo puede albergar en su interior hasta cuatro pasajeros con su correspondiente equipaje y está pensado para facilitar la movilidad urbana mediante un servicio de viajes compartidos asociados a una aplicación móvil y a un software que gestiona las rutas.
El Cruise Origin es el resultado de la asociación entre la empresa Cruise Automation, comprada por General Motors en el primer semestre de 2016, y la japonesa Honda. Comenzó desarrollando el Cruise AV, un vehículo autónomo derivado del Chevrolet Bolt sin volante ni pedales, pensado para operar como un servicio de robotaxis. El vehículo que ha presentad ahora sirve a otro concepto de movilidad. Es una "caja" con sus extremos ligeramente curvados que, a simple vista, resulta totalmente simétrico. Los focos de iluminación led blancos en la parte delantera son lo que la diferencian de la parte trasera que incorpora pilotos rojos. En la parte superior se observan algunos de los sensores, radares y cámaras que necesita para poder conducir de forma totalmente autónoma.
Sensores exteriores del Cruise Origin para la conducción autónoma.
En el centro, dos grandes puertas correderas que se abren en sentidos opuestos dan acceso a un interior en el que, al igual que otros vehículos autónomos conceptuales, se sitúan dos filas de dos asientos cada, situadas una frente a la otra. En el centro dejan un gran espacio vacío que da sensación de amplitud. Detrás de cada uno de estos asientos hay un espacio para depositar el equpaje de los ocupantes. Si bien Cruise no ha ofrecido excesivos detalles sobre el interior, en las fotos podemos ver que los materiales de los asientos son vinilos y plásticos, buscando la durabilidad y la facilidad de limpieza sobre encima del confort, puesto que su objetivo es que funcione como un vehículo compartido a demanda.
By removing the steering wheel, the rearview mirror, the pedals, and more, we're left with something simple: space. pic.twitter.com/K3tS0QxuSC
— Cruise (@Cruise) January 22, 2020
El Cruise Origin está construido sobre una plataforma propietaria de General Motors que es modular, de forma que los componentes mecánicos pueden sustituirse sin tener que cambiar la cabina del habitáculo. Al no disponer de mandos para la conducción manual todos sus sistemas son redundantes, es decir, ante cualquier fallo está disponible otro que puede sustituirlo.
Como no podría ser de otra forma, el Cruise Origin es un vehículo totalmente eléctrico aunque no se han dado detalles sobre su potencia, su capacidad de batería, su autonomía, o la sistemática de la recarga. Cruise sí ha dicho su fiabilidad garantiza que cada unidad debería poder recorrer más de un millón de millas (1,6 millones de kilómetros).
Para hacer uso de este vehículo será imprescindible el uso de una aplicación móvil a través de la cual se podrá solicitar el servicio, de forma que el sistema calculará que vehículo es el más adecuado para recoger al pasajero y llevarlo al destino deseado. Cruise garantiza la disponibilidad de sus vehículos a cualquier hora del día, su seguridad de funcionamiento y la limpieza e higiene interior.
Interior del Cruise Origin.
Según Cruise, cuando el servicio se ponga en marcha en la ciudad de San Francisco, sus usuarios podrían ahorrar hasta 5.000 dólares cada año al evitar tener que disponer de un automóvil en propiedad. Por ahora, Cruise no ha anunciado cuándo estará disponible su flota, el número de vehículos que tiene previsto disponer y el precio de los viajes.