Tesla es particularmente conocida por sus coches eléctricos, pero sus negocios no terminan ahí. La compañía que dirige Elon Musk tiene una subsidiaria denominada 'Tesla Energy' dedicada a la venta e instalación de baterías estacionarias y paneles fotovoltaicos, tanto para hogares como para aplicaciones industriales. Un negocio que, de momento, no explota en España pero sí en otras partes del mundo y que le granjea una fracción de sus ingresos. ¿Pero cuánto le genera a Tesla este negocio? ¿Gana realmente dinero con ello?
Tesla lo llama 'Generación de energía y almacenamiento' en sus libros de cuentas y con ello aglutina todos los productos relacionados con baterías estacionarias y la energía solar. Hablamos de los Powerwall, Powerpack, Megapack, las placas fotovoltaicas y las tejas solares. Un negocio que durante el primer trimestre de 2022 ha tenido luces y sombras para la compañía estadounidense.
Luces y sombras porque cada una de las dos partes de este negocio ha tenido resultados muy diferentes en el primer trimestre del año. Empezando por las malas noticias, las instalaciones solares disminuyeron un 48% en comparación con el primer trimestre del año pasado. En los tres primeros meses de este 2022, Tesla instaló un total de 48 MW de paneles fotovoltaicos, incluyendo todos los productos de este grupo. Según la compañía, esta reducción respecto al año anterior se debió a «retrasos en la importación de ciertos componentes solares que escapan a nuestro control».
Tesla ofrece dos tipos de productos de energía solar: placas fotovoltaicas convencionales, que se pueden instalar en un hogar (sobre el tejado ya construido) o en aplicaciones industriales; y las tejas solares, que se instalan en el momento de construir un tejado nuevo y pasan prácticamente desapercibidas, ya que aparentemente parecen tejas negras de pizarra.
Por su parte, las baterías estacionarias han funcionado viento en popa: el negocio del almacenamiento de energía aumentó un 90% interanual, alcanzando los 846 MWh instalados en el primer trimestre de 2022. Este importante crecimiento ha sido impulsado por el fuerte despliegue de Powerwall domésticos, según Tesla, aunque en este caso las cadenas de suministro han jugado un papel limitante. Como la demanda sigue siendo muy superior a la capacidad, el crecimiento se ha visto limitado por la falta de más componentes. Aun así, Tesla aumentará la producción de baterías estacionarias para hacer frente a la creciente demanda. Tesla utiliza celdas LFP (que no tienen níquel ni cobalto) en sus baterías estacionarias, una tecnología que también emplea en algunos de sus coches eléctricos.
Las baterías para instalaciones domésticas (Powerwall) tienen 13,5 kWh de capacidad cada una de ellas y ofrecen 5 kW de potencia continua. No obstante, en función de las necesidades de cada cliente, se pueden instalar en mayor número. Los Powerpack están pensandos para instalaciones industriales y comerciales: tienen hasta 232 kWh de capacidad y ofrecen hasta 130 kW de potencia por batería. La batería estacionaria más grande es el Megapack, que está pensado para usarlo como respaldo para grandes parques eólicos o solares. Cada Megapack tiene 3 MWh de capacidad. En uno de sus últimos proyectos, Tesla ha desplegado 360 MWh de estas baterías en un parque solar.
En suma, Tesla Energy tuvo unos ingresos de 616 millones de dólares en el primer trimestre por su negocio de baterías estacionarias y placas fotovoltaicas, un aumento del 24,7% interanual si lo comparamos con los 494 millones de dólares que ingresó el primer trimestre del año anterior. Sin embargo, el coste de los ingresos fue de 688 millones de dólares. El coste de ingresos es el coste total de producción y distribución de un determinado producto o servicio; dicho de otra manera: lo que cuesta fabricarlo y venderlo. Así las cosas, Tesla perdió 72 millones de dólares con el negocio de las baterías estacionarias y los paneles solares en este primer trimestre.
A nivel porcentual, la generación de energía y almacenamiento estacionario equivale al 3,3% de los ingresos totales de Tesla (18.756 millones de dólares en el primer trimestre de 2022). De ese total, 16.861 millones de dólares correspondieron al negocio automovilístico, que incluye las ventas de coches, ingresos por leasing y los créditos regulatorios de CO2.
