El caso de CUPRA es digno de estudio en las escuelas de negocios y marketing. En pocos años, la marca del grupo SEAT ha conseguido convertirse en la niña bonita del grupo y posicionarse en un punto en el que SEAT S.A. (marca) nunca pudo siquiera soñar. En el montón de nuevos lanzamientos que tiene preparados la marca, el CUPRA Tavascan es uno de los destacados. Un SUV eléctrico con un diseño atrevido, deportivo y muy moderno, tanto por fuera como por dentro.
El nuevo Tavascan es el primer SUV eléctrico de CUPRA y su segundo modelo de baterías después del Born. Está construido sobre la plataforma MEB, la misma que utilizan sus primos del grupo Volkswagen, como los Audi Q4 e-tron, Volkswagen ID.4 e ID.5 y Skoda Enyaq, entre otros.
Sin embargo, el CUPRA Tavascan tiene un diseño radicalmente distinto. Más deportivo, más agresivo en todos sus frentes y mucho más original en ciertos puntos. También más radical, si se me permite.
Un diseño que no pasa desapercibido
Mide 4.644 mm de largo, 1.861 mm de ancho y 1.597 mm de alto, con una batalla de 2.766 mm. Es un poquito más ancho y más alto que un CUPRA Formentor y 20 centímetros más largo. Es decir, es notablemente más grande que el modelo más exitoso de la marca.
Pero la clave está en sus líneas, en sus formas. El frontal es poderosísimo, con una calandra de grandes dimensiones en color negro. Aunque la mayoría de coches eléctricos tienen la parte frontal totalmente carenada por cuestiones aerodinámicas, el Tavascan se atreve a jugar con grandes entradas de aire en la parte inferior y un perfil muy picudo, con una franja entre el capó y la calandra.
El capó es, sin duda, la parte más agresiva. Pocas veces se puede ver en un SUV eléctrico normal un capó con dos canalizaciones de aire, al estilo del Ferrari F12berlinetta. Tienen una función predominantemente estética, pues la carga aerodinámica generada no es destacable y tampoco ayuda a reducir la resistencia aerodinámica (según los responsables de diseño, tampoco lo empeora).
Visto de frente, se diferencia perfectamente un perfil en V sobre el capó gracias a dos líneas maestras que convergen en el logo de CUPRA en la parte delantera. Un logo que, por cierto, va retroiluminado, algo que hasta hace poco no era legal. La firma lumínica con los tres triángulos LED en cada faro son el otro rasgo identificativo del coche. Si ves estos faros por el retrovisor, sabrás identificarlo perfectamente.
En la vista de perfil, CUPRA intenta jugar con nuestra vista para engañar con las proporciones. Por ejemplo, con los pasos de rueda en negro brillante y unos faldones laterales (también en negro brillante) que se extienden hasta las puertas. El pilar C se une con el techo de tal manera que el techo también parezca más pequeño de lo que realmente es.
Las manillas de las puertas van enrasadas con la carrocería, pero su funcionamiento es más cómodo que en otros coches eléctricos con este recurso de diseño que ayuda a mejorar la autonomía. En el Tavascan se puede meter la mano en el hueco y la maniobra de abrir es más cómoda que, por ejemplo, en un Tesla.
Si el frontal es poderoso, la zaga no se queda a la zaga (juego de palabras aparte). De formas muy cuadradas, grande y con unas aletas ensanchadas. La firma lumínica es toda una franja roja que recorre el ancho completo del vehículo, incluido un logo de Cupra totalmente iluminado. En el centro, por encima de la matrícula, se colocan las letras de CUPRA en color bronce. El difusor trasero es bastante prominente y parece todavía mayor de lo que realmente es porque la firma quiere jugar con nuestra vista. El negro de la zona baja continúa hasta el propio portón del maletero, lo que ayuda a reducir visualmente la cantidad de chapa (o 'chapa') de la parte trasera.
La 'espina dorsal' atrae toda la atención en el interior
El interior es otra pequeña revolución respecto a lo que estamos acostumbrados. El Tavascan llama poderosamente la atención por su espina dorsal, la pieza que une el salpicadero y la consola central. Es un recurso original, que nadie más utiliza (al menos por ahora) y que aporta un aspecto futurista al conjunto. Además, debajo de ella se ha dejado un hueco que, aparte de poder dejar objetos, crea una sensación visual de mayor ligereza.
Por encima de la espina dorsal, se encuentra la gran pantalla táctil del sistema de infoentretenimiento, con 15 pulgadas de diagonal y un nuevo software gobernando todo el sistema. Es una mejora de todo el grupo Volkswagen, que ha implantado un nuevo sistema operativo más rápido y mejor optimizado. Nuestra primera impresión es que el sistema multimedia es mucho mejor, dando un salto notable en cuanto a experiencia de uso y funcionamiento. En este caso, utiliza una capa de personalización específica de la marca. Además, los botones táctiles debajo de la pantalla para el climatizador y el volumen son, por fin, retroiluminados. Esto es algo que se le pidió al grupo Volkswagen desde el primer momento y han respondido.
Además del original recurso de la espina dorsal, el salpicadero en su totalidad es un juego de líneas, texturas, colores y materiales que, en conjunto, ofrecen una sensación de calidad por encima de sus primos de Volkswagen y Skoda. Los asientos están tapizados en piel sintética y microfibra de color azul y tienen un patrón con pequeños logos de Cupra, igual que los paneles de las puertas.
Teniendo casi 2,80 metros de distancia entre ejes, en las plazas traseras hay mucho espacio para las rodillas y los pies, aunque va algo justo de altura libre para la cabeza (un servidor mide 1,83 m). Cabe mencionar también que la unidad a la que pudimos subirnos equipaba techo panorámico, que siempre reduce ligeramente el espacio para la cabeza. Por anchura, tres adultos de talla media pueden viajar cómodamente, aunque la consola central roba demasiado espacio para las rodillas del pasajero central.
La postura del cuerpo es muy cómoda, manteniendo cadera, muslos y rodillas en una posición confortable y natural que no siempre se da en un coche eléctrico (a veces, la posición de la batería bajo el suelo obliga a llevar las rodillas muy elevadas). Además, en las plazas traseras se mantienen detalles de diseño de las plazas principales, como los paneles de las puertas con los logos de la firma retroiluminados o los tiradores en color bronce. ¿Maletero? Con 540 litros de capacidad, es un volumen de carga muy notable.
Hasta 550 kilómetros de autonomía
El CUPRA Tavascan se venderá con dos versiones diferentes, ambas con la batería de 77 kWh de capacidad. La versión Endurance tendrá tracción trasera y un motor eléctrico con 286 CV (210 kW) de potencia. Contará con 550 kilómetros de autonomía (todavía pendiente de homologar).
La versión VZ será el tope de gama. Añade un segundo motor en el eje delantero, de manera que tiene tracción total y más potencia: 340 CV (250 kW). Anuncia 520 kilómetros de autonomía y un 0-100 km/h en sólo 5,6 segundos.
El Tavascan tendrá seis modos de conducción diferentes y la carga rápida en corriente continua permitirá recargar la batería del 10% al 80% en 30 minutos. Además, tendrá también una puesta a punto específica del chasis para hacerlo más deportivo y con mejor comportamiento dinámico que otros modelos que emplean esta misma plataforma.
¿Cuánto costará el Tavascan?
El coche más puntero de CUPRA se va a empezar a fabricar a finales de este año y empezará a venderse en 2024. Curiosamente, se producirá en China, pese a que no se venderá en aquel mercado.
Quedan unos cuantos meses todavía hasta que llegue al mercado, así que la marca todavía no ha anunciado los precios. No obstante, podemos hacer algunas cábalas, teniendo en cuenta lo que cuestan otros modelos con esta misma plataforma y potencia similar.
El Volkswagen ID.5 GTX, la versión más prestacional del ID.5 gracias a sus 299 caballos, cuesta 62.250 euros. Por su parte, el Skoda Enyaq RS Coupé llega a los 64.600 euros y un Audi Q4 Sportback 50 e-tron quattro parte desde los 67.400 euros. Estos tres modelos utilizan la misma batería (77 kWh) que el Tavascan y tienen una potencia a medio camino entre las dos versiones del Cupra. Parece bastante claro, por tanto, que la versión VZ del Cupra Tavascan no costará menos de 65.000 euros.