Daimler ha iniciado la construcción de su nueva planta de baterías en Tuscaloosa, EE.UU., que formará parte de su red global de centros de producción que está formada por ocho plantas capaces de producir baterías. En total, el grupo alemán invertirá más de 1.000 millones de dólares para modernizar y electrificar esta fábrica estadounidense, situada en el estado de Alabama.
Esta nueva planta se encargará de la producción de baterías para los coches eléctricos EQ, la nueva submarca creada por Daimler. Abarca más de 90.000 metros cuadrados y está situada a aproximadamente 10 kilómetros de la planta de ensamblaje que Mercedes-Benz tiene en la misma localidad. La razón por la que Daimler ha decidido ubicar en esta localidad la nueva planta de baterías es porque de las líneas de producción de esta fábrica saldrán los nuevos vehículos eléctricos de la marca EQ en un futuro.
Hasta la fecha, en las instalaciones de producción que Mercedes-Benz tiene en Estados Unidos se fabrican, para su distribución a todos los mercados del mundo, varios modelos en formato SUV: GLE, GLS y GLE Coupé. Con el inminente inicio de la producción de la próxima generación de vehículos, la planta expandirá inicialmente su cartera con híbridos enchufables y, poco después, incorporará los nuevos modelos 100% eléctricos.
Planta de fabricación de Mercedes-Benz en Tuscaloosa.
El Mercedes EQC, recientemente presentado y primer componente de la nueva familia eléctrica alemana, arrancará su producción en Bremen, Alemania, a partir de 2019. El inicio de la producción en Tuscaloosa será a principios de la próxima década, momento para el que también está programada la entrada en operación de la fábrica de baterías.
Daimler ya tiene una planta de fabricación de baterías en Kamenz, Alemania, y está construyendo nuevas plantas en Stuttgart, Sindelfingen, Pekín y Bangkok. La futura fábrica de Tuscaloosa será la quinta planta de ensamblaje de baterías de Daimler. En total, el grupo alemán invertirá más de 10.000 millones de euros en la electrificación de toda su oferta y 1.500 millones de euros a adaptar las plantas de producción.
