Cuando el Mercedes EQC se presentó en sociedad en el año 2019, los alemanes daban el pistoletazo de salida a una familia que hoy cuenta con al menos un modelo en cada uno de los principales segmentos del mercado. Aunque su primer trabajo estaba lleno de pequeños detalles que pulir, la buena base del SUV eléctrico ha permitido que la familia EQ crezca con los años. El primer trabajo eléctrico de Mercedes tenía sus defectos, está claro. Las prisas por adelantarse a la competencia tuvieron como resultado alguna que otra decisión de difícil justificación, como el empleo de la plataforma del Mercedes GLC adaptada. Esta particularidad le ha traído muchos problemas de cara a futuras actualizaciones.
La gama EQ ha crecido sobre nuevas estructuras y tecnologías, tecnologías que fueron exploradas por el EQC hace ya más de tres años. Durante su desarrollo se concibieron sistemas que se han ido puliendo con el paso del tiempo y que forman parte de la familia. Diversas fuentes afirman que el Mercedes EQC cesará su actividad en la primavera del año que viene, apenas cuatro años después de ser lanzado. Las ventas son prácticamente residuales, el coche no aporta beneficios económicos en la compañía y su espacio será ocupado por otro EQC que encaje mejor en la gama, tanto por tamaño como por tecnología.
Aunque quizá no mucha gente lo echará de menos, está claro que durante estos años ha demostrado su valía. Nunca ha sido el eléctrico con mejor autonomía del mercado, de hecho está bastante lejos de serlo, pero una cosa no se le puede negar: está hecho para aguantar. El famoso youtuber Bjørn Nyland ha podido echarle el guante a una unidad EQC que durante estos años ha hecho servicios de taxi en Finlandia. Con más de 234.000 kilómetros recorridos, la unidad demuestra la baja degradación que sufre la batería de 80 kWh de capacidad neta.
Durante su vida operativa el EQC ha realizado aproximadamente 585 ciclos de carga, principalmente en un punto de carga de 40 kW y, ocasionalmente, alguna carga de alta potencia. Tras el análisis del experto en coches eléctricos, el Mercedes EQC mantiene una capacidad de batería de 73,3 kWh, lo que quiere decir que su degradación durante estos tres años y más de 234.000 kilómetros ha sido de apenas el 8,4%. Un dato excelente se mire por donde se mire. Está claro que el coche ha sido cuidado en lo que a procesos de carga se refiere, pero también hay que tener en cuenta otros atenuantes como el frío en Finlandia o el uso como taxi.