Tras el cierre y desaparición de las ferias automovilísticas más importantes de Europa, todas las miradas están puestas en China. El gigante asiático se ha convertido en el principal actor de la movilidad eléctrica. Entre sus fronteras encontramos a los mayores productores de baterías para vehículos eléctricos y a algunos de los fabricantes de coches más activos del mundo. Las marcas europeas buscan posicionar sus productos en el mercado local y fabricantes como Volkswagen ofrecen a los chinos presentaciones tan importantes como la del Volkswagen ID.7.
Durante los últimos meses, los alemanes han estado deshojando la margarita del lanzamiento más importante de este año. Por tamaño, el ID.7 es un coche que encaja perfectamente con las necesidades y gustos del mercado chino. Tal y como pudimos saber la semana pasada a través de las filtraciones de la oficina del Ministerio de información y Tecnología, el ID.7 se situará como el modelo más grande de la familia eléctrica: 4,95 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,54 metros de alto. En Europa tendrá la consideración del modelo del segmento D. Será un rival directo del Tesla Model S y no del Model 3 como se esperaba inicialmente.
En lo que a estética se refiere, Volkswagen ha tomado un camino intermedio entre el gusto asiático y el europeo. Claramente más conservador este último. Aunque resulta especialmente llamativa la línea del techo con un pilar C que casi concatena con la zaga, es fácilmente reconocible como un modelo de la gama ID. Es posible que la versión europea introduzca algunos cambios de diseño, aunque de producirse serán mínimos. Los ingenieros alemanes han trabajado mucho con las formas para reducir al máximo el impacto del aire en el coche. El ID.7 anuncia un coeficiente aerodinámico de tan sólo 0,23.
Los chinos aprecian mucho la distancia entre ejes. El espacio en las plazas traseras es sinónimo de calidad y confort. Muchos fabricantes venden en China unidades concretas de sus vehículos con una extensión de batalla. Con el ID.7 no habrá excusas ya que empleará el formato más extenso posible de la arquitectura MEB. Con 2,96 metros de batalla podrá ofrecer un amplio espacio interior, sobre todo para los pasajeros traseros. Tal y como podemos se aprecia en un nuevo vídeo publicado hace unas horas, los detalles de acabado y calidad estarán presentes por todo el habitáculo.
Hace ya unas semanas que Volkswagen desveló el intenso trabajo que ha aplicado a cada mínimo detalle. El sistema de climatización será uno de los más avanzados del mundo gracias a una estructura de última generación. Con el objetivo concreto de ampliar al máximo la autonomía del coche, la bomba de calor del ID.7 integra un software completamente nuevo y diversos sensores repartidos por la cabina para precisar al máximo la corriente de aire y la temperatura. Resulta tan avanzado que el coche tendrá en cuenta la posición del sol a la hora de refrigerar la cabina, enfriando más la zona donde impacta directamente la luz.
Los últimos registros que quedan por desvelar se refieren a la mecánica y a la autonomía. Hasta la fecha solo hay datos aproximados. La versión china del Volkswagen ID.7 ofrecerá un sólo motor con 204 CV de potencia y tracción trasera. Bajo la carrocería se instalará una batería de iones de litio con 77 kWh de capacidad neta que permitirá homologar un alcance aproximado de 700 kilómetros. En apenas unas horas se producirá el lanzamiento definitivo y será entonces cuando conozcamos todos los detalles del eléctrico más importante para los alemanes, tras el lanzamiento del Volkswagen ID.3.