McLaren ha publicado un nuevo vídeo en el que nos enseña nuevos detalles sobre el tren motriz del McLaren Speedtail, su más reciente creación y una de las más especiales de cuantas han realizado en su corta pero intensa historia como fabricante. El Speedtail es el sucesor espiritual del McLaren F1, un hiperdeportivo rapidísimo con marcado carácter de GT, con un sistema híbrido cuya batería puede descargarse y cargarse en cuestión de pocos segundos.
Dr Sunoj George, ingeniero jefe de propulsores electrificados de McLaren Automotive, nos habla sobre el sistema híbrido del Speedtail, más concretamente sobre su batería. Habida cuenta del enfoque de este coche, capaz de superar los 400 km/h, la batería ha sido diseñada para priorizar la liberación rápida de la energía, así como poder recargar increíblemente rápido. Para ello es necesaria una batería con celdas de muy elevada potencia específica (la potencia específica se define como la máxima potencia por unidad de masa que la batería puede producir en un periodo de tiempo muy corto).
Dicho de otra manera: un requisito de la batería es poder descargarse muy rápidamente para entregar toda la potencia eléctrica de manera instantánea en un momento puntual. Por ejemplo, al salir de una curva y buscar la máxima aceleración. Expresado en cifras, el Speedtail necesita sólo 20 segundos para entregar toda su energía eléctrica, y puede recargarse en sólo 35 segundos.
Componentes del sistema eléctrico en el propulsor híbrido del McLaren Speedtail.
Cuando el Speedtail está aparcado, se estaciona sobre una plataforma de carga inalámbrica, situada bajo el paragolpes delantero, que actúa como un cargador lento para mantener el estado de la batería.
Dado el enfoque del sistema híbrido y la necesidad de contener el peso final del coche lo máximo posible, la batería es relativamente pequeña: tiene una capacidad de 1,647 kWh y pesa 52 kilos. Está ubicada bajo los asientos, debajo del tanque de combustible (el cual está colocado alrededor de los dos asientos de pasajeros del Speedtail). Otro dato curioso: la batería del Speedtail tiene 4 veces la potencia específica que la batería del McLaren P1 con la mitad de peso.
La batería del Speedtail tiene 1,647 kWh de capacidad y pesa 52 kg.
Para soportar el exigente trabajo de carga y descarga y mantener a raya la temperatura, McLaren emplea un sofisticado sistema de refrigeración líquida con aceite dieléctrico, un sistema que aseguran no se emplea habitualmente en coches de calle. En definitiva, la batería hereda un conjunto de tecnologías heredadas de la experiencia en los motores híbridos de Fórmula 1 y su sistema KERS.
Como decíamos, la batería del Speedtail tiene una misión clara: aportar un plus de potencia, y ni siquiera permite circular en modo completamente eléctrico (a diferencia del McLaren P1, que podía circular entre 20-30 km en modo completamente eléctrico). ¿Y dónde va a parar la energía de la batería? Ni más ni menos que a un motor eléctrico con 312 CV de potencia y 347 Nm de par situado entre la caja de cambios y el motor de combustión (un V8 biturbo de 4.0 litros de 756 CV).
Sumando ambos propulsores, la potencia total del McLaren Speedtail alcanza los 1070 CV, con 1150 Nm de par motor. Pensado con vocación de Gran Turismo más que de coche de circuitos, es en línea recta donde realmente destaca el Speedtail. Según McLaren, tarda menos de 13 segundos en pasar de 0 a 300 km/h (12,8 concretamente) y puede alcanzar una velocidad máxima 403 km/h. Cifras, sin duda, espeluznantes.
El precio del McLaren Speedtail arranca en aproximadamente 2 millones de euros, aunque puede incrementarse notablemente dependiendo de la personalización de cada cliente. En cualquier caso, dichos clientes se asegurarán una pieza realmente exclusiva, pues solamente se fabricarán 106 ejemplares.
