Hace ya tiempo que Waze se hizo muy popular entre los conductores, porque no sólo tiene funciones como navegador, sino que también dispone de actualizaciones y avisos en tiempo real de accidentes y peligrosos que aparezcan en la carretera. Además, también se puede avisar de la presencia de la policía.
Básicamente porque la aplicación se alimenta en buena parte de la comunidad de conductores, que son los que avisan al resto de usuarios de la aplicación acerca de lo que pueden encontrarse en su camino.
La DGT le quiere plantar cara a Waze y Google Maps
Tan bien lo hicieron los creadores de Waze, que Google acabó adquiriéndolo hace unos años, y poco a poco ha ido integrando funciones similares en Google Maps, aunque ambas aplicaciones conviven perfectamente y siguen teniendo sus detalles diferenciadores.
Las autoridades ya vienen mostrando desde hace tiempo su descontento con la función que permite alertar de su presencia en las carreteras, pero lo cierto es que todavía sigue siendo algo legal.
De hecho, hay otras aplicaciones e incluso grupos de WhatsApp y Telegram en los que también se viene informando de la situación de los controles de la Guardia Civil o de la Policía, en muchos casos radares móviles, algo con lo que también quieren acabar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Argumentan que, por un lado, se pone en riesgo su integridad, pues se está delatando la situación exacta de un agente y, por el otro, recuerdan que estos avisos facilitan que se cometan delitos como conducir con exceso de velocidad, o bajo los efectos del alcohol o las drogas, e incluso otros más graves, como pueden ser el tráfico de estupefacientes o actos de terrorismo.
¿Qué va a ocurrir?
Lo que la Dirección General de Tráfico ha dicho ya es que tienen prácticamente cerrado el proyecto de ley que hará que las citadas funciones de aviso de policía sean ilegales en cualquiera de las formas que hemos mencionado.
Para la elaboración, y con la esperanza de que consigan aprobarlo, se han amparado en la ley de seguridad ciudadana que dicta que es delito anunciar la posición de los agentes de la autoridad, algo que las citadas aplicaciones han conseguido esquivar haciendo uso de un limbo legal que podría acabarse con la normativa que la DGT ha puesto sobre la mesa.