Los ingenieros y diseñadores del Ioniq 6 han partido desde cero para crear un coche eléctrico con una silueta muy diferente a lo que hoy más demanda el mercado, en pos de conseguir una eficiencia aerodinámica por encima de la media. La forma de su silueta que recuerda a las berlinas de los años 30 y unos cuantos avances tecnológicos son la clave para que este rival del Model 3 pueda lograr un coeficiente aerodinámico de 0,21, uno de los más bajos del mercado.
Los coches eléctricos están obligando a los diseñadores a pelearse con una tendencia, la de los SUV, cuyo formato va en contra de todas las leyes de la aerodinámica: líneas verticales, mucha altura y elementos que favorecen la creación de perturbaciones en el flujo del aire no son las características más adecuadas para lograr reducir el consumo energético, clave para las baterías y los propulsores eléctricos.
En el caso del Ioniq 6, los ingenieros han logrado el diseño más aerodinámico que la marca coreana haya fabricado en toda su historia, y todo ello, gracias a soluciones ingeniosas tanto de diseño como tecnológicas.
Para lograr un coeficiente aerodinámico de 0,21 la forma de lágrima de la carrocería es clave. Esa forma resbaladiza es responsable de que la versión con mayor autonomía de las que se ofrecen, con una batería de 77,4 kWh de capacidad, pueda llegar a homologar en el ciclo WLTP 614 kilómetros con cada carga. Estos datos se corresponden con un consumo medio excepcional: 13,9 kWh/100 km, que, por otro lado, puede ser más o menos realista en función de muchos factores ajenos al diseño y tecnología. Además de mejorar la autonomía, la eficiencia aerodinámica también tiene un impacto significativo en el rendimiento, la estabilidad de conducción y el ruido percibido en el interior.
El Ioniq 6 logra una alta eficiencia gracias a un diseño aerodinámico que recuerda el estilo de la década de 1930 al que acompañan varios avances tecnológicos desarrollados en el túnel de viento.
Comenzando con la apariencia, el jefe de estilo de Hyundai, Simon Loasby, cita el Stout Scarab, el Phantom Corsair y el Saab Ursaab de 1947 como las principales influencias en el elegante diseño del Ioniq 6. "El verdadero comienzo de la ingeniería y el diseño aerodinámico comenzó en la década de 1930 y sentimos que inspirarnos en esa época, y de hecho en la naturaleza, era la manera perfecta de crear un rendimiento único y sostenible en el segmento eléctrico".
Otra influencia clave fue el alerón del avión de combate británico Supermarine Spitfire de la Segunda Guerra Mundial. Los diseñadores de Hyundai aplicaron un alerón inspirado en el del Spitfire en el costado del alerón trasero del Ioniq 6, que se encarga de absorber el flujo de aire procedente del techo y reducir la resistencia minimizando los vórtices. Este inserto hace las funciones de un winglet, las aletas verticales que se sitúan en las puntas de los aviones, que reduce las corrientes de Foucault generadas desde el lateral del vehículo ayudando a reducir la resistencia.
De hecho, el perfil del Ioniq 6 en sí tiene una forma aerodinámica similar al ala de un avión invertida, de manera que, por el efecto Bernouilli, genera una diferencia de presión entre la parte superior e inferior del vehículo generando sustentación aerodinámica a alta velocidad. La carga aerodinámica generada por el alerón trasero garantiza la estabilidad durante la conducción a alta velocidad. Los diseñadores de Hyundai también se inspiraron en la naturaleza, especialmente en la forma que adopta un halcón peregrino cuando se lanza en picado tras una presa a 390 km/h.
El Ioniq 6 ha sido probado intensamente en el túnel de viento, donde se ha enfrentado a vientos de hasta 200 km/h generados por un ventilador de 3400 CV de potencia. El resultado del trabajo de los ingenieros de Hyundai es un 10 % extra de eficiencia.
Eso se logró a través de varias tecnologías aplicadas sobre el Ioniq 6 como la a técnica de la transformación de forma utilizada en el alerón trasero y otras soluciones aerodinámicas avanzadas. El análisis de dinámica de fluidos computacional (CFD) permitió a los diseñadores seleccionar la forma óptima del alerón entre unas 70 opciones diferentes. También fue clave para el cálculo y diseño de una aleta de aire activa, cortinas de aire en las llantas, reductores de distancia entre ruedas, trampas de separación y deflectores de ruedas en áreas problemáticas.
Estos avances tecnológicos no solo son funcionales sino también estéticamente agradables, según dice Hyundai. En el vídeo que incluimos a continuación se pueden observar cómo funciona cada una de estas tecnologías implementadas en el Ioniq 6.