La electrificación de la industria del automóvil ha aprovechado el ímpetu que de los SUV de combustión para aumentar la oferta de esta tipología de vehículos. La disposición de la batería en la parte baja y los motores en los ejes aprovecha las ventajas de esta arquitectura, porque el espacio interior aumenta. Pero tiene un inconveniente: la reducción de la eficiencia de un formato muy poco aerodinámico. Los fabricantes tratan de equilibrar los pros y los contras de estas arquitecturas en sus nuevos lanzamientos.
El Peugeot E-3008 y el Renault Scénic E-Tech llegarán a los concesionarios a principios de 2024. Más allá de los argumentos que llevan a la compra de un modelo por razones compulsivas, por gustos estéticos o por afinidad con una marca, las diferencias entre ellos pueden decantar la decisión en una dirección u otra.
Las dos marcas francesas compiten directamente en todos los segmentos. En este caso, el de los SUV eléctricos familiares. Una subcategoría en la que, casualmente, ambos fabricantes debutan al mismo tiempo y han presentado sus propuestas con solo unos días de diferencia.
Renault lo hace bajo la marca de la quinta generación del Scénic, que abandona los monovolúmenes para convertirse en SUV y en un modelo exclusivamente eléctrico. Por su parte, en Peugeot es la tercera generación del 3008, que no renuncia a los motores de combustión, pero ofrece variantes eléctricas bajo la denominación E-3008, como es habitual en el Grupo Stellantis.
Diseño
Hay un hecho que no debe ser considerado trivial a la hora de analizar el diseño de ambos SUV. Han sido diseñados bajo la dirección de la misma persona, Gilles Vidal. En 2010 fue nombrado jefe de diseño de Peugeot, un cargo que, desde finales de 2020, ocupa en las filas de Renault. El Scénic es uno de sus primeros proyectos en Losange, aunque ya había dejado escritas las líneas maestras del nuevo 3008 antes de su partida de Poissy.
De ahí las innegables similitudes marcadas particularmente en unas líneas muy angulares y en unos paneles de carrocería muy estructurados. Muy significativa es la parrilla delantera, con un patrón repetido en ambos modelos y líneas de degradación semejantes. Igualmente, también son patentes los parecidos razonables en las llantas.
Sin embargo, el Scénic y el 3008 tienen entre ellos una diferencia fundamental: el Peugeot adopta en esta generación una nueva silueta estilo cupé muy característica, que alarga el pilar C para terminar en una zaga con un portón y una ventanilla trasera mucho más inclinada y alargada. El Scenic presenta unas formas más convencionales, más cercanas a las de un SUV. Así cierra su ciclo definitivamente en la categoría de los monovolúmenes.
Otra característica que no hace posible confundirlos son sus firmas luminosas. Ambas situadas en el lateral de la calandra delantera, tienen en común formas que recuerdan de manera inconfundible el logo de cada marca: el Peugeot muestra tres garras de león y el Scenic las dos mitades de un diamante.
En cuanto a dimensiones, el Peugeot mide 4.542 mm de largo, 1.895 mm de alto y 1.641 mm de alto, con una batalla de 2.739 mm. El Renault es más pequeño en todas sus cotas. Mide 18 mm menos, 4.470 mm; es 31 mm más estrecho, 1.864 mm, y es considerablemente más bajo, 70 mm, con 1.571 mm. Sin embargo, y esta es probablemente la ventaja de utilizar una plataforma sobre la que sólo se montan coches eléctricos, tiene una batalla de 2.785 mm, 46 mm más que su rival.
El puesto de conducción y la vida a bordo
Sin duda, el puesto de conducción y las pantallas son las protagonistas del interior de ambos SUV. Y aquí las diferencias son enormes y evidentes y se convierten en un argumento que puede dirigir la compra hacia una u otra opción.
Peugeot ha evolucionado su ya conocido i-Cockpit. Esta vez, en lugar de un volante pequeño y bajo que permita ver la instrumentación por encima, es esta la que se eleva, formando una única pantalla continua y curva en la que se une la instrumentación y el sistema de información y entretenimiento. En los modelos de gama alta, el conjunto forma un único panel de 21 pulgadas con un efecto visual bastante impresionante. Para los modelos de entrada a la gama serán dos pantallas de 10 pulgadas colocadas una al lado de la otra. Las acompaña, en el centro del salpicadero, una pequeña pantalla que integra los accesos directos personalizables, a modo de widgets.
En el Scenic, Renault ha repetido la exitosa fórmula del Megane, el Austral o el Espace. Si bien las pantallas se ubican en una posición más tradicional, es decir, detrás del volante y en el centro, en formato vertical, a la altura de la consola central, su disposición en ‘L’ también da continuidad al conjunto. En las versiones de gama alta miden 12 y 12,3 pulgadas respectivamente. La situación de la pantalla táctil desde la que se manejan los menús es más accesible y está gobernada por el software de Google, lo que, depende de para qué, puede considerarse una ventaja o un inconveniente.
En comparación con sus predecesores, tanto el 3008 como el Scénic han experimentado cambios en su formato que tiene un impacto clave en la distribución interior. El primero adopta un enfoque más convencional en cuanto a modularidad, con una banqueta trasera diseñada para dos personas. Aunque es fijo, su base eléctrica permite moverlo una distancia considerable, lo que se traduce en un amplio espacio para las piernas. El 3008 tiene un carácter algo más dinámico y ha sacrificado algo de espacio en el interior. En lo que sí coinciden es en la modularidad, con una banqueta partida en tres en configuración 40/20/40.
Las capacidades de los maleteros son bastante similares: 520 litros para el E-3008 y 545 litros para el Scenic. Una vez más, aun siendo un coche más pequeño, el Renault supera al Peugeot gracias al mejor aprovechamiento de su plataforma.
Mecánica eléctrica
El Scénic se basa en la plataforma CMF-EV, que es utilizada como base en el Megane. Se presenta en dos configuraciones. La primera es un motor eléctrico de 127 kW (170 CV) acompañado de una batería de 60 kWh. La segunda es más potente, 164 kW (220 CV) y tiene más capacidad de batería, 87 kWh. La estimación de la autonomía en el ciclo WLTP es de 420 y 620 km respectivamente.
El E-3008 es algo más versátil y se ofrece en tres configuraciones diferentes: dos con tracción delantera y una con tracción total. La primera está formada por un motor de 157 kW (210 CV) que se empareja con una batería de 73 kWh. El conjunto homologa 525 km de autonomía. La segunda dispone de una unidad de 172 kW (230 CV) junto a una batería de 98 kWh, lo que permite lograr una impresionante autonomía de 700 km. Además, la versión Dual Motor equipa con un motor en cada eje con una potencia de 239 kW (320 CV), que solo se asocia con la batería de 73 kWh repitiendo la autonomía del modelo de tracción delantera, 525 km.
En cuanto a la recarga, Peugeot incluye de serie el cargador de a bordo trifásico de 11 kW y también ofrece, en opción, uno de 22 kW. La carga en corriente continua puede llegar hasta 160 kW. Por su parte, Renault anuncia un cargador de a bordo de hasta 22 kW, aunque no especifica si será de serie u opcional. En lo que respecta a la carga rápida, llega a los 130 kW con la batería de 60 kWh y a los 150 kW con la batería de 87 kWh. En el E-3008 estará disponible un sistema V2L que permita conectar herramientas o cargar pequeños vehículos eléctricos, que no está presente en el Scenic.
Equipamientos
Marcas que antes se podían considerar generalistas, como Peugeot y Renault, ya no tienen nada que envidiar a las marcas prémium en cuanto a equipamientos. Renault, por ejemplo, cuenta con el sistema multimedia Open R Link desarrollado en colaboración con Google, lo que le permite ofrecer servicios integrados como la navegación o la música con solo registrarse en el sistema con la cuenta personal. Esto se traduce en ventajas significativas en cuanto a actualizaciones y una cartografía siempre al día, amén de otros servicios que habitualmente se disfrutan a través del móvil. En contrapartida, Peugeot ofrece su remodelado i-Cokcpit con software propietario. En la versión avanzada, este sistema incluye la navegación TomTom con una función de planificación de rutas.
En lo que respecta a las ayudas a la conducción, ambos ofrecen numerosas funciones de asistencia que incluyen los sistemas habituales como el mantenimiento de carril, el control del ángulo muerto, faros Matrix, visión 360°, etcétera. Los dos cuentan con sistemas de conducción semiautónoma de nivel 2.
En el caso del Peugeot, se añade la capacidad de realizar cambios de carril asistidos, y el Scénic ofrece la posibilidad de equipar un atractivo techo panorámico de cristal con una tecnología que permite volver opaco el vidrio sin necesidad de utilizar una cortinilla.
Conclusiones
Dos modelos que hace unos años se comparaban en el segmento de los monovolúmenes vuelven a encontrarse de nuevo en esta nueva era como SUV familiares. Sus nuevas generaciones traen características similares en dimensiones o en equipamiento. Las diferencias entre ellos reflejan, en última instancia, las respectivas posiciones de las marcas en el mercado.
Peugeot se posiciona como una marca generalista prémium y ofrece un 3008 con un enfoque más ambicioso en cuanto a potencia y rendimiento. De ahí la opción Dual Motor o la autonomía de 700 km. Renault no busca competir en el segmento prémium, pero presenta un Scénic con opciones técnicas que no tienen nada de modestas, tanto en términos de potencia como de autonomía.
Esta diferencia debería traducirse en el precio. En configuraciones similares de equipamiento y motor, el Scenic debería ser algo más económico (o mejor, menos caro). Los precios se conocerán a finales de 2023, dando por abierta la competición entre ambos modelos, que tendrá lugar en 2024 cuando los compradores podrán decidir cuál de los dos encaja mejor en sus necesidades y presupuestos.
