Qué sería de los estadounidenses sin sus carreras drag race. En apenas unos centenares de metros son capaces de mostrar más espectáculo que muchas carreras de automovilismo. Conocidas son sus pruebas enfrentando a verdaderas bestias del asfalto. Cada una más extrema que la anterior. Con ese objetivo se presenta la primera drag race que incluye a un Rivian R1T. La primera pick-up eléctrica de Rivian se tiene que enfrentar a un rival muy poderoso que no le pone las cosas nada fáciles. ¿Quién ganará?
Si hay algo más americano que las carreras en línea recta de unos pocos metros son las pick-up. Los yanquis se pierden por este tipo de vehículos, y son únicos a la hora de llevarlos al extremo en apariencia y rendimiento. Con ese objetivo en mente, RAM presentó hace un tiempo la todopoderosa RAM TRX. Una camioneta bestial que impresiona por su excesivo tamaño y por su nada delicado motor de gasolina V8 sobrealimentado.
Poniendo el TRX al lado del R1T uno se da cuenta de la diferencia de tamaño, y eso que el Rivian no se podría tachar de pequeño o discreto. Escalas diferentes que no suponen nada con respecto al enfoque de cada una de ellas. Por un lado, el Rivian R1T. Ríos de tinta han corrido con los datos y las especificaciones de la primera pick-up eléctrica del mercado. Y por otro, el RAM TRX, una exageración con típico sello americano que se sitúa como una de las camionetas más potentes del mundo.
Bajo el capó de esta bestia se esconde un inmenso motor HEMI V8 de 6,2 litros de cilindrada. Con la ayuda de un supercargador, genera un total de 702 caballos de potencia y 881 Nm de par. Según su ficha técnica es capaz de acelerar de 0 a 60 millas por hora en apenas 4,43 segundos. El Rivian, por su parte, cuenta con cuatro motores eléctricos con 162 kW de potencia cada uno, generando un total de 754 caballos de potencia (que se sepa) con un par motor por encima de los 1.000 Nm.
Obviamente, el resultado final era el esperado. La RAM no puede ni oler acercarse al Rivian en ningún momento. Ya solo en la salida el modelo eléctrico sale disparado hacia la línea de meta. Aunque la carrera no parece muy larga, en esos pocos metros es capaz de sacar casi un cuerpo de distancia. También ayuda el hecho de estar configurada en un formato más deportivo, con suspensión rebajada, modo Sport y batería al 90% en óptimo estado de temperatura.
Pero ahí no acaba la experiencia de aceleración con el Rivian R1T, pues si la comparativa con el TRX no fuera suficiente, en un segundo acto debe enfrentarse con un Tesla Model Y Performance. En ese caso la rivalidad está mucho más equilibrada, aunque el resultado es el mismo. El R1T vuelve a ganar, aunque en este caso las diferencias son menores. Tras las pruebas está claro que podemos coronar al Rivian R1T como el nuevo rey de la aceleración, al menos hasta que se enfrente a rivales más extremos.