Los drones se han abierto paso entre la multitud tecnológica, y desde hace tiempo nos ofrecen una visión a vista de pájaro a las que antes difícilmente hubiéramos tenido acceso sin la mano de un helicóptero al uso. Estos pequeños compañeros pueden despegar y aterrizar desde casi cualquier punto, su pequeño tamaño proporciona una gran ventaja frente a muchas adversidades, y el alcance de control puede ejercer a varios kilómetros de distancia.
Las labores a las que actualmente se enfrentan estos pequeños voladores eléctricos son de lo más variopintas, desde control aéreo policial del tráfico, rastreo de superficies o poder tomar imágenes a un coste muy inferior de lo que era hasta hace unas décadas. Desde hace tiempo venimos informándoos sobre las nuevas evoluciones tecnológicas que conllevan incluso para el transporte de personas, pero ¿por qué no darles una vida como vehículo de rescate?
Ahora, un equipo de investigadores alemanes, ha comenzado a desarrollar la implementación de una serie de micrófonos. Gracias a esto se podría dar apoyo a policía, bomberos o ejército en la búsqueda de personas desaparecidas, tanto en accidentes debido a las catástrofes naturales, como deportistas de alta montaña.
Este proyecto fue presentado en sociedad el pasado día 8 de Junio durante la conferencia anual de la Acoustical Society of America. Allí, Macarena Varela, como integrante del grupo de desarrollo de este dron, explicó cómo los supervivientes de catástrofes, a pesar de no poder realizar movimientos con el cuerpo debido a un atrapamiento, sí que suelen gritar para que las fuerzas de rescate logren identificar su posición. Para ello, se instaló en el dron una serie de micrófonos de alta sensibilidad.
Uno de los mayores retos al que se ve abocado este proyecto es, sin lugar a dudas, que el aparato sepa identificar y diferenciar personas pidiendo auxilio de otros ruidos ajenos, como el sonido ambiente o el propio zumbido que hacen sus hélices al funcionar. Para resolver este inconveniente sus desarrolladores grabaron y guardaron en una base de datos varios tipos de sonido, como el mencionado ruido del propio dron, personas hablando y otros de origen impulsivo. De esta manera se espera que el sistema sea capaz de codificar los diferentes sentidos externos.
El sistema se montó utilizando un CNA (Crow's Nest Array), o lo que es lo mismo, una matriz de micrófonos en los que se incluye un sistema de navegación, un sistema de sensores modulares y comunicación inalámbrica. Las operaciones las podrá llevar a cabo en un rango de frecuencias de entre 5 y 100 Hz.
Una vez añadidas dichas mejoras, el aparato fue capaz de detectar sonidos emitidos por personas ocultas, dando la ubicación precisa del lugar del que emanaban los gritos. Esto significa que el sistema es óptimo y estaría listo para su implementación en el mundo real.
El equipo ha realizado distintos experimentos, tanto en laboratorio cerrado como a campo abierto, otorgándole en toda circunstancia un aprobado más que notable. En los próximos meses continuarán con el desarrollo del mismo buscando mejorar la receta actual. El siguiente paso será integrar un nuevo micrófono mucho más sensible, con un rango de frecuencia más amplio, de forma que podrá detectar sonidos a mayor distancia y de forma aún más precisa.
Este proyecto tiene grandes ambiciones, pues además del rastreo de sonidos humanos, también esperan en un futuro el poder ejercer un rescate y un transporte como tal a bordo del propio aparato, que será manejado desde la distancia por un equipo especializado.