Los grandes dumpers empleados en minería se encuentran entre las máquinas terrestres autopropulsadas más grandes del mundo, y por las características de su trabajo necesitan enormes motores con cifras de potencia (y, sobre todo, par motor) increíblemente altas. Si bien la norma hasta ahora es emplear motores diésel de enorme tamaño y cilindrada, un proyecto de la Universidad de Berna, la NTB Interstaatliche Hochschule für Technik Buchs (Universidad Interestatal de Ciencias Aplicadas de Buchs) y Empa ha puesto de manifiesto que es posible otra manera de propulsión, sin emisiones de escape, incluso para estos vehículos. Y lo han hecho presentando el eDumper, el vehículo eléctrico más grande del mundo.
La mayor batería vista en un vehículo terrestre
El eDumper es un enorme dumper que pesa 58 toneladas en vacío y es capaz de cargar otras 65 toneladas en su caja, y fue bautizado cariñosamente como 'Lynx' por sus creadores. A falta de uno, este dumper ostenta tres récords del mundo: es el vehículo eléctrico (con ruedas) más grande del mundo, el más potente y el vehículo terrestre con la batería de mayor capacidad. Una batería que pesa 4,5 toneladas y tiene alrededor de 600 kWh de capacidad, que está situada en el compartimento donde normalmente iría el motor diésel y el tanque de combustible. Aunque no hay datos de su potencia total, solamente el motor para el sistema hidráulico de los frenos, el accionamiento hidráulico basculante y la precarga del sistema secundario de frenos tiene una potencia de 200 kW.
El eDumper está hecho sobre el chasis de un KOMATSU HD 605-7 y su trabajo consistirá en transportar el material desde un punto elevado hasta una planta de procesamiento situada más abajo. La energía de la frenada en el descenso se aprovechará para recargar la batería, y es tal la cantidad de energía reconvertida que será suficiente para que el eDumper vuelva a subir cuesta arriba para volver a cargar minerales.
Evitará la emisión de 1.300 toneladas de CO2
Antes y durante el proceso de transformación a dumper eléctrico, sus desarrolladores equiparon el dumper KOMATSU original con multitud de sensores que les diesen información sobre numerosos parámetros como el par de torsión necesario en el eje cardán o la potencia de salida del motor, así como diferente información sobre la conducción y los datos GPS del vehículo. También fue crucial el estudio de la gestión térmica de la batería dadas sus enormes dimensiones y las temperaturas que esta podía alcanzar en condiciones de uso real y máxima carga, asegurando además un diseño tal que el fallo de una celda de las baterías no afecte a las demás y comprometa el exigente trabajo de este eDumper.
'Lynx' ha sido un proyecto conjunto de varias empresas e instituciones públicas que ha contado con el apoyo de la Oficina Federal Suiza de Energía (SFOE) y ha requerido 18 meses de desarrollo hasta su puesta en funcionamiento. Lleva plenamente operativo desde el pasado mes de abril trabajando en una cantera el país heleno, donde el eDumper acarreará más de 300.000 toneladas de rocas al año durante los próximos 10 años. Durante este tiempo, calculan que evitará la emisión a la atmósfera de 1.300.000 kilos de CO2 y ahorrará 500.000 litros de combustible.