El ejército estadounidense ya está pensando en electrificar algunos de los vehículos de su flota, incluido el JLTV: el vehículo que sustituirá al popular 'Humvee' en los próximos años. Según informan medios especializados en materia militar, el general a cargo del diseño de la fuerza futura ya está pensando en la posibilidad de electrificar los vehículos militares en la próxima década.
En una rueda de prensa celebrada la semana pasada, el subcomandante del Comando de Futuro del Ejército, Eric Wesley dijo a los periodistas que los propulsores eléctricos ya han demostrado que pueden funcionar en vehículos con el tamaño del JLTV y más grandes. A este respecto, hizo referencia a Tesla y la tecnología de que disponen para su camión eléctrico. No obstante, a su parecer todavía es pronto: «en este momento, no vemos que la tecnología a corto plazo sea capaz de impulsar vehículos pesados; es demasiado agotador para la batería».
Habida cuenta de que la tecnología para impulsar vehículos de gran tonelaje existe ya hoy en día, según el teniente general Eric Wesley, es lógico anticipar que desde el ejército estadounidense pensarán en una transición hacia vehículos eléctricos en la próxima década. Para ello, Wesley está trabajando en una hoja de ruta con los desafíos a los que se enfrentaría el ejército al cambiar de motores de combustión a vehículos eléctricos.
Si bien un cliente particular puede comprar un coche eléctrico sin que su vida cambie drásticamente, en un organización tan grande como el ejército estadounidense hay que tener consideraciones especiales. El problema, según Wesley, no es fabricar los vehículos electrificar sino adaptar toda la cadena de suministro. Si toda la industria del automóvil migra paulatinamente hacia la electrificación, la oferta de motores de combustión y sus componentes disminuirá y los precios subirán.
Este cambio hacia la electrificación en el ámbito civil podría, por tanto, obligar al ejército a seguir los mismos pasos y encargar los JLTV con propulsores eléctricos. El ejército de Estados Unidos planea comprar una gran flota de 49.099 unidades del JLTV, previstos para estar en servicio durante 20 años o más, y un aumento inesperado en los costes mencionados antes afectaría al resultado y presupuesto final del programa.
Entre las ventajas de electrificar este vehículo hay aspectos económicos, pero también logísticos y estratégicos. El transporte de combustible por carretera es un aspecto de vital importancia, y un punto de vulnerabilidad, ya que a menudo es necesario atravesar zonas peligrosas. Con vehículos eléctricos, el transporte de combustible dejaría de ser necesario, pero uno de los mayores desafíos para el ejército será encontrar la manera de recargar los vehículos eléctricos en cualquier parte, para lo cual plantean pequeños reactores nucleares móviles transportados en camión.
Por otro lado, un JLTV eléctrico también tendría ventajas tácticas en el campo de batalla, al ser considerablemente más silencioso que los vehículos diésel, haciéndolos más difíciles de detectar en el campo de batalla. Probablemente tenga que pasar mucho tiempo antes de que los propulsores eléctricos impulsen ampliamente los vehículos militares, pero sin duda es una estrategia sobre la mesa para la próxima generación de vehículos del ejército.
JLTV: el sucesor espiritual del Jeep y el vehículo que sustituirá al Humvee
El JLTV es el vehículo sobre el que se ha puesto el foco para iniciar en el futuro la transición hacia lo eléctrico, un vehículo blindado 4x4 que sustituirá al popular Humvee (el conocido todoterreno del que más tarde derivaron los Hummer civiles). Su nombre hace referencia a las siglas de 'Joint Light Tactical Vehicle' y está diseñado para ofrecer mayor protección a la tripulación que el antiguo Humvee.
Está previsto que haya tres variantes: la estándar para uso general, una para portar armas pesadas y otra para portar armas de combate cuerpo a cuerpo. Su motor es un propulsor diésel turboalimentado de ocho cilindros en uve y 6,6 litros de cilindrada. Paradójicamente, su propulsor es a día de hoy una de las mejores características de JLTV, y lo que podría hacerle más vulnerable a largo plazo.