El Toyota bZ3 es el último coche eléctrico que ha lanzado la firma japonesa al mercado. El modelo, que acaba de iniciar su producción, promete ser una alternativa muy a tener en cuenta en el mercado chino, el único país donde se va a comercializar de momento. Sin embargo, por todo lo que ofrece y al precio que lo hace, se plantea como un disruptivo modelo si se llega comercializa a nivel global, lo que supondría un auténtico problema para Tesla y su Model 3, algo que puede llegar a suceder gracias al cambio que se ha producido en la cúpula de Toyota.
Nació de la colaboración de Toyota, BYD y FAW-Toyota gracias a las sinergias de las tres empresas en el desarrollo y la fabricación de automóviles y en la tecnología de baterías. Las fortalezas combinadas de cada una de ellas han dado como resultado un coche eléctrico que puntúa muy alto en casi todos los apartados que demandan los clientes. La estructura de la batería, el control térmico y la seguridad se diseñaron para él, lo que hace que su sistema eléctrico pueda presumir de una alta calidad de construcción, gran eficiencia, seguridad y fiabilidad.
Batería BYD
El Toyota bZ3 cuenta con las innovadoras baterías Blade de BYD. En su interior, se sitúan celdas dotadas de química LFP (litio-ferrofosfato) dispuestas prescindiendo de los habituales módulos, de manera que se crea con ellas una batería completa. De esta manera, se elimina el espacio que necesitan los conectores y sistemas de control, aumentando el disponible para el material activo en un 50%.
El fabricante las califica de indestructibles. Asegura que pueden soportar todo tipo de daños sobre ella, sin reaccionar con explosiones ni incendios. Han sido sometidas a la penetración con clavos, al calentamiento en un horno a 300 ºC, a sobrecargas eléctricas del 260% y al aplastamiento, pasando sobre ellas un camión de 46 toneladas, estableciendo un nuevo nivel de seguridad.
En el bZ3 están disponibles en dos opciones. Un paquete de 49,92 kWh y otro de 65,26 kWh. Su autonomía en el ciclo de homologación chino, el CLTC, es de aproximadamente 500 km y 600 km respectivamente (en el ciclo WLTP europeo se reduciría a un 60-75% de esta cantidad). Admite potencias de recarga en corriente continua que elevan la capacidad del 30% al 80% en aproximadamente 30 minutos. Con ellas, se alimenta un motor montado en la parte trasera que puede seleccionarse en dos potencias: 135 kW (181 CV) y 180 kW (241 CV) con un par máximo de 303 Nm.
Toyota asegura que ha combinado las innovaciones técnicas de las baterías de BYD con sus “tecnologías de electrificación, perfeccionadas con los 20 años de desarrollo de su sistema híbrido eléctrico”. El fabricante ha aprovechado esta experiencia para reducir la degradación de la batería, con el objetivo de garantizar el 90% de capacidad después de diez años de uso, “para la tranquilidad del cliente”.
Plataforma Toyota
El bZ3 utiliza la plataforma e-TNGA de Toyota, derivada de la arquitectura de sus híbridos, para implementar sobre ella un sistema de propulsión totalmente eléctrico. Según indica el fabricante japonés, un centro de gravedad bajo y una posición de conducción configurada para minimizar la tensión muscular ofrecen una conducción placentera y una excelente estabilidad de manejo. Al reducir la fatiga crea una experiencia de conducción agradable. El efecto de los movimientos, los giros y las paradas se han ajustado con precisión utilizando la experiencia de Toyota en la fabricación de automóviles y en la competición. El resultado es que los viajes largos resultan muy cómodos tanto para el conductor como para los pasajeros, siempre según Toyota.
El exterior presenta un perfil elegante con las esquinas de los paragolpes delanteros formando tomas de aire que facilitan el flujo para refrigerar los componentes mecánicos. Las manijas de las puertas enrasadas con la carrocería, las llantas de aluminio y el paragolpes trasero tienen una forma estudiada para reducir la resistencia aerodinámica, dando como resultado un coeficiente Cd de 0,218.
El interior
La silueta rebajada se combina con una gran distancia entre ejes que da acceso a un interior muy espacioso. A bordo del bZ3, la experiencia tecnológica es muy elevada. El sistema Digital Island integra una pantalla de instrumentación situada por encima del volante, sobre la parte alta del salpicadero, y otra central vertical apoyada sobre una consola tipo bandeja. En ella se incluye el sistema multimedia, además de la climatización y otros sistemas eléctricos, como la apertura del maletero, todo ello controlado por un sistema táctil o por voz.
En el precio está la clave
La mecánica eléctrica y el diseño tienen un precio. En China, el precio de partida del bZ3 es de 189.800 yuanes, 25.700 € al cambio con la batería de 50 kWh. Una tarifa que, trasladada a Europa, lo convertiría en un auténtico superventas, en el coche eléctrico que el mercado está esperando. Un Tesla Model 3 parte, en España, de los 46.200 euros y un Model Y de 48.200. Precios muy superiores para vehículos que, si bien es cierto que son de carácter premium, también son de tamaño similar, por lo que cubrirían las expectativas de muchos compradores.
El bZ3 no es un vehículo chino importado. La presencia de Toyota en su desarrollo y fabricación son la garantía que terminaría de convencer a los futuros compradores de un coche eléctrico para hacerse con él. Para que eso pase, el fabricante japonés solo tiene que querer ensamblarlo en sus factorías y ofrecerlo en todos los mercados del mundo en los que opera habitualmente. Toyota puede tener en su mano dominar el mercado de los vehículos eléctricos si aprovecha la oportunidad que le ofrece el bZ3.