Hace poco que se conoció el resultado de las elecciones norteamericanas, en las que Donald Trump ha sido elegido como presidente de los Estados Unidos. Eso deja un escenario de medidas prometidas por el magnate, que ya antes estuvo al frente del país, entre las que se encuentran las relacionadas con los vehículos que lleguen desde fuera.
Eso quiere decir que no es un guerra concreta contra China y sus coches, aunque realmente es a los que más 'daño' quieren hacer en Norteamérica, pues ya el todavía vigente Gobierno de Joe Biden aprobó unas nuevas tasas del 100% para los automóviles eléctricos chinos, cuatro veces más de lo que estaban pagando en concepto de tasas de importación hace apenas unos meses.
Quiere proteger a los fabricantes locales
Allí no han querido entender de 'diferencias', como en el caso de Europa, donde Tesla paga un 7,8% más que antes (sumado al 10% habitual) por vender en nuestro continente coches que fabrica en China, mientras que la subida para las marcas del grupo SAIC (como MG) es del 35,3% extra, y en medio de ambos fabricantes están BYD (17%), Geely (18,8%) y Chery (20,7%), esta última tasa como la más aplicada entre en el resto de firmas.
Con Donald Trump al mando, se podrían esperar medidas más duras, pues el líder republicano siempre ha prometido ser más proteccionista con el país y sus fabricantes locales.
La propuesta durante la candidatura del líder republicano, ahora ya elegido presidente, es imponer aranceles del 10% a todos y cada uno de los productos extranjeros que quieran comercializarse en el país, y mantener el 100% a los vehículos importados, sean chinos o de cualquier otro territorio.
Además, Trump se ha mostrado muy crítico siempre con México, donde los fabricantes chinos tienen proyectos para fabricar coches allí, y así esquivar los aranceles norteamericanos. Pero sobre esa maniobra, el republicano aseguró que México "no va a vender ni un solo coche en Estados Unidos". Unas palabras con las que sentenciaba su postura cuando todavía no había sido elegido presidente.
Así las cosas, y a la espera que de Donald Trump asuma el mando de la Casa Blanca, no es difícil pensar que puede significar un retroceso en el país para la transición hacia la movilidad 100% eléctrica, pues el ya escogido nuevo presidente siempre se ha mostrado contrario a la imposición de estos vehículos.
Tesla ya está ganando con Trump
Todo a pesar del apoyo de Elon Musk, el CEO de Tesla, quien ha respaldado la candidatura de Trump y acabará sacando tajada de todo esto. Pero lo hará por ser una marca norteamericana, pues la postura de Donald hacia el coche eléctrico sigue siendo la misma.
Por ver queda qué efectos tiene en el resto del mundo esta decisión de Estados Unidos y las maniobras más o menos agresivas que pueda llevar a cabo Trump cuando se pueda sentar en su nuevo puesto de trabajo. Un escenario que podría hacer que los inversores se echen atrás o esperen a conocer las medidas definitivas que se aplican.
De momento, Tesla ya ha subido el valor bursátil de sus acciones en la Bolsa de Frankfurt, y se espera que haga lo propio en la de Nueva York, según aseguran los expertos de Wall Street.