En los últimos días, o semanas, se ha venido hablando con intensidad sobre el futuro de Alpine. Tras el anuncio de la reestructuración y el plan de recortes de Renault (propietaria de Alpine), muchos se han atrevido a adivinar el devenir de la marca; algunos augurando una pronta desaparición y otros dando por sentado que se electrificaría por completo. Todo ello a pesar de que nadie desde la marca se había pronunciado. Pero ahora el diseñador jefe de Renault, Laurens van den Acker, ha dado algunas pistas sobre el futuro de la marca francesa.
En una entrevista concedida a Autocar, el jefe de diseño de Renault ha hablado sobre los planes de la compañía, incluidos los de Alpine. Preguntado sobre la electrificación de la marca deportiva, el Van den Acker es tajante: «a la larga, es inevitable que electrifiquemos Alpine». El futuro de la marca pasa inexorablemente por la electrificación, pero no es algo que veremos a corto plazo.
Desde el punto de vista del diseñador neerlandés, todavía sigue habiendo hueco para un modelo deportivo como el Alpine A110, concebido para el puro placer de conducir, a pesar de los cambios que está habiendo en la industria: el giro hacia la movilidad eléctrica, legislaciones anti contaminación cada vez más restrictivas y una concienciación cada vez mayor sobre el problema de la contaminación atmosférica.
De hecho, según Van den Acker, la electrificación no será simplemente una consecuencia obligada por las normativas anti contaminación, sino también por el propio devenir del mercado y los gustos de los clientes, que irán demandando coches más limpios conforme avance el tiempo.
Alpine A110.
Sin embargo, hacer un Alpine híbrido enchufable, o incluso completamente eléctrico, supondrá todo un desafío para la marca. El actual A110 es un coche muy liviano y ágil, no está pensado para alcanzar la mayor velocidad punta en línea recta sino para disfrutar en curvas. Un coche de espíritu similar al Mazda MX-5 o al Lotus Elise, en los cuales añadir una batería supondrá mermar una de sus mayores cualidades dinámicas. Es el mismo obstáculo al que se enfrentan los futuros Porsche Boxster y Cayman eléctricos.
En palabras del propio Van den Acker: «tenemos que encontrar una manera de engañarte para que creas que un coche eléctrico es ligero, cuando no lo es». Para conseguirlo hay que recurrir a tecnologías como el control vectorial del par o la dirección en las cuatro ruedas, para aumentar la agilidad del coche en el paso por curva y disimular su sobrepeso.
Algo que también se aplicará a los futuros modelos electrificados de Renault Sport: «la gama RS está funcionando muy bien pero, al mismo tiempo, están cuestionados [por la legislación], así que incluso los modelos RS tendrán que ser electrificados».