Uno de los mayores atractivos que Tesla ofrece a sus clientes, más allá de la tecnología y las prestaciones de sus coches eléctricos, es la infraestructura de recarga asociada a ellos. La red de Supercargadores es la que permite que los propietarios de un Tesla puedan viajar prácticamente por donde quieran sin temor a quedarse sin energía. Por eso, que Elon Musk haya confirmado que a finales de año esta red se abrirá para que pueda ser utilizada por otras marcas de coches eléctricos supone, probablemente, la mejor noticia que se pueda dar a estas alturas: ahora, muchos compradores indecisos, resolverán sus dudas y darán el salto a la movilidad eléctrica.
Tesla cuenta con la red de recarga de vehículos eléctricos más extendida y mejor gestionada de cuantas existen en todo el mundo. Cuando el fabricante apareció en el mercado no había posibilidad de depender de redes de carga de terceros (como hoy hacen el resto de fabricantes), puesto que no existían. Así, desarrolló su propia red desde cero. Una década después de implementar su primer Supercargador, Tesla cuenta con una red de 25.000 puntos de recarga repartidos en 2.700 estaciones en todo el mundo. A diferencia de otras redes de carga de terceros existentes en la actualidad como como Ionity, Electrify America o ChargePoint, solo los coches eléctricos de Tesla pueden cargar en su red.
La posibilidad de que otros fabricantes de coches eléctricos utilicen la red de carga de Tesla para sus coches eléctricos es uno de los rumores que se repiten de manera cíclica todos los años, aunque en las últimas semanas ha entrado en una nueva fase. El gobierno alemán, de la mano de su ministro de transportes, Andreas Scheuer, está en negociaciones con el fabricante para conseguirlo. Por su parte, las autoridades noruegas aseguran que Tesla se ha comprometido a abrir su red de recarga allí al resto de fabricantes en septiembre de 2022.
Ahora, Elon Musk, una vez más a través de Twitter, ha realizado unas declaraciones que aclaran las intenciones de Tesla al respecto, ya que hasta ahora, todas las informaciones partían de otras fuentes: "Cuando no existía un estándar de carga y Tesla era el único fabricante de coches eléctricos de gran autonomía, creamos nuestro propio conector bastante delgado y ligero para la recarga de baja y alta potencia". El desembarco europeo del Model 3 y la implementación del conector CCS en toda la red de Supercargadores facilita de manera determinante el problema de compatibilidad de formatos (lo que no ocurre en Estados Unidos) y lo convierte únicamente en problema de software. "Dicho esto, abriremos nuestra red de Supercargadores a otros vehículos eléctricos a finales de este año", añade Musk.
Los Supercargadores de Tesla han sido utilizados "discretamente" por otros fabricantes.
Por lo tanto, si bien en Europa la apertura solo estará determinada por la resolución de algunos problemas técnicos relacionados con el software, en Estados Unidos requerirá de un adaptador que permita que el conector propietario de Tesla pueda acoplarse al puerto de carga.
Si la intención de Tesla es que esta apertura se produzca a finales de año tendrá que revelar próximamente los límites y las condiciones que exigirá al resto de fabricantes para acceder a sus puntos de carga. Según indica Electrek, Tesla planea implementar una actualización importante en su aplicación móvil para permitir que otros vehículos eléctricos recarguen en su red, iniciando y cerrando las sesiones y facilitando el pago del servicio.
En cualquier caso, esta magnífica noticia dependerá de un supuesto acuerdo entre fabricantes para compartir los costes extra que provocará. Abrir los Supercargadores supone un uso mucho más intensivo de estos equipos, lo que supondría una menor disponibilidad para los propietarios de un Tesla y un mayor riesgo de aumentar las averías, es decir, un incremento en el programa de mantenimiento de sus estaciones. Por lo tanto, parece lógico que las condiciones de Tesla pasen siempre por compartir el coste de instalación y mantenimiento de las estaciones.