Los fabricantes chinos de vehículos eléctricos están a otro nivel. Tanto es así que su Gobierno ha afirmado que controlará los lanzamientos de nuevos modelos, así como la creación de nuevas marcas, ya que, aseguran que este crecimiento es muy superior a la propia demanda en el país oriental. Esto ha hecho que muchos de ellos se centren en mirar hacia Europa o Estados Unidos como sus potenciales mercados.
De hecho, el CEO de Tesla, Elon Musk, aseguró, en una conferencia telefónica sobre las ganancias trimestrales de Tesla el pasado miércoles, que los vehículos eléctricos provenientes de China están creciendo y evolucionando a un nivel incalculable. Aseguró que, a día de hoy, las únicas barreras que impiden gran parte de su expansión son las comerciales impuestas por ciertos países. De no ser así, China “demolería” a la gran mayoría de fabricantes.
Las marcas chinas “son extremadamente buenas”
Elon Musk respondió de la siguiente manera: “Bueno, nuestra observación general es que las empresas automovilísticas chinas son las más competitivas del mundo. Creo que tendrán un éxito significativo fuera de China dependiendo de qué tipo de aranceles o barreras comerciales se establezcan. Francamente, creo que si no se establecen barreras comerciales, prácticamente demolerían a la mayoría de las demás empresas del mundo. Son extremadamente buenos”.
Después de todo, la cúpula de Tesla debe conocer bien el mercado y las capacidades que posee China, ya que tiene asentada allí una de sus principales gigafactorías y es el único fabricante extranjero al que no se le ha exigido tener una asociación conjunta con algún fabricante nacional.
Los productores chinos, tal y como especifica Musk, se han dado de frente con ciertas barreras comerciales impuestas por algunos países de la Unión Europea, así como -principalmente- por Estados Unidos. En el Viejo Continente, por ejemplo, está el impuesto por Francia y la negación de ayudas a la compra de coches eléctricos que no sean fabricados en Europa.
La propia Unión Europea, aunque no ha impuesto aranceles oficialmente, sí que ha abierto una investigación hace unos meses para aclarar ciertos temas sobre la posible financiación desleal de la producción de coches eléctricos por parte de su Gobierno.
En España, sin embargo, todos los cero emisiones gozan de acceso a las ayudas estatales para su compra a través del conocido Plan Moves III.
Pero Musk no es el único ejecutivo del sector que reconoce la supremacía china. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, tiene también una opinión clara: “Mi principal competidor son los fabricantes de automóviles chinos. Esta va a ser una gran pelea. No hay otra manera para un fabricante de automóviles global como Stellantis que opera en todo el mundo que enfrentarse a los productores de automóviles chinos”.
Ambos responsables ya preparan su ofensiva para las marcas del país asiático. Tesla, con su próximo modelo que debería ver la luz en 2025, y Stellantis a través de su eléctrico más barato, el Citroën ë-C3. Después del modelo francés también llegarán otros de corte asequible, como el FIAT Panda eléctrico, por ejemplo.