El recién elegido como nuevo presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado clara su posición respecto a la movilidad sostenible y los vehículos eléctricos, convirtiendo este tema en uno de los ejes centrales de su campaña presidencial bajo el lema “Make America Great Again”. Trump ha expresado su preocupación sobre el impacto del coche eléctrico en la industria norteamericana, argumentando que su auge está debilitando la red industrial del país y favoreciendo a los fabricantes chinos.
Entre las medidas que ha planteado implementar al inicio de su mandato, destaca la eliminación de las ayudas fiscales y subvenciones dirigidas a la compra de vehículos eléctricos. Esta decisión, según Trump, busca proteger la economía nacional y recuperar la competitividad de las empresas estadounidenses. Sin embargo, choca de lleno con los intereses de su principal valedor en campaña, Elon Musk, recién nombrado Co-Director del Departamento de Eficiencia Gubernamental junto a Vivek Ramaswamy.
Musk pasa a formar parte de un Gobierno que rechaza el coche eléctrico
La transición de poderes ya está en marcha. Joe Biden abandonará la Casa Blanca en cuestión de un par de meses, pero los gabinetes de Trump y Biden ya trabajan en un traspaso tranquilo. Los republicanos quieren tomar medidas muy drásticas los primeros días de gobierno y para ello están trabajando en la modificación o anulación de muchas de las leyes promovidas por la ya destituida Administración Biden. Tal y como informa Reuters, el equipo de Trump está planeando eliminar el incentivo de 7.500 dólares para la compra de coches eléctricos, aunque por el momento nadie del entorno del nuevo presidente se ha pronunciado al respecto.
No sería nada extraño semejante giro político medioambiental. Lo que sí resulta sorprendente es que Elon Musk, presidente de Tesla, la mayor compañía de coches eléctricos del mundo, la primera en Estados Unidos, apoye la medida. No es la primera vez que se declara a favor de eliminar las ventajas fiscales. Trump y Musk han creado un extraño y controvertido vínculo a lo largo de toda la campaña electoral. El empresario americano ha aportado grandes sumas de dinero a la campaña presidencial, hasta 130 millones, citan algunas fuentes. A pesar de la medida contraria que dañaría las ventas de Tesla, Musk puede sacar mucho beneficio con el cambio.
Según Elon Musk, las ventas y la popularidad de Tesla está tan encarrilada que nada hará reducir la cuota de mercado. Muchos conductores en todo el mundo han demostrado su intención de cambiar a un coche eléctrico y Tesla es la compañía mejor valorada. A pesar de que pueda llegar una pérdida en las ventas, todo el mundo da por hecho que Tesla y el resto de empresas de Musk se beneficiarán enormemente de la llegada de Trump al Despacho Oval. Sin ir más lejos, las acciones de Tesla se han revalorizado significativamente en apenas una semana, recuperando gran parte de lo perdido durante este año.
Aunque Tesla no salga perjudicada por las nuevas políticas republicanas, puede que el resto del mercado americano sí sufra las negativas consecuencias de eliminar las ayudas. Las matriculaciones eléctricas en Estados Unidos han sido desiguales a lo largo de los últimos tiempos. A pesar de los grandes descuentos promovidos por Biden, las ventas de coches eléctricos apenas representan un 9% del total del parque de vehículos. Muchos de esos conductores han conseguido acceder al coche eléctrico a través del crédito fiscal de 7.500 euros aplicados de forma directa a la hora de comprar el vehículo. Sólo hay que fijarse en el caso alemán para darse cuenta lo negativo que resulta eliminar las ayudas públicas.