Hace ya una semana que Donald Trump aseguró su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El traspaso de poderes ya está en marcha, aunque no se hará oficial hasta el próximo mes de enero. Durante las próximas semanas el ya ganador presidencial conformará su agenda política inmediata y dará forma al gobierno con el que espera lograr un radical cambio de rumbo en el país. Tras su gran apoyo durante la campaña electoral, Elon Musk se suma ahora al ejecutivo con un sólo propósito: reducir la ineficiencia del sistema aplicando el típico toque de Tesla a un país con 335 millones de habitantes.
No se puede negar que Musk se ha hecho famoso por convertir en oro todo lo que toca. Desde la fundación de Paypal hasta el lanzamiento del Starship, el empresario americano ha llevado a la gloria a todas y cada una de las empresas que ha comprado o fundado. Es el Rey Midas de su generación y se ha convertido en uno de los rostros más famosos del mundo, principalmente en Estados Unidos. A lo largo del último año, Musk ha sido uno de los más firmes defensores de la política de Donald Trump. Tanto él como sus empresas se han mostrado a favor de un cambio de gobierno. El despacho oval tiene un nuevo inquilino y Musk será uno de sus habituales como ya se venía advirtiendo desde hace tiempo.
Elon Musk aplicará lo que mejor sabe hacer: recortes y máxima eficiencia
Como parte de su gobierno, Donald Trump ha nombrado a Elon Musk como codirector del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos, junto con Vivek Ramaswamy, una de las caras más jóvenes y reconocidas del partido republicano americano. A sus 38 años, Ramaswamy liderará junto con Musk un departamento que reducirá la ineficiencia de la administración. Resulta curioso que Trump haya creado un departamento específico para tal menester cuando ya existe una rama federal que busca el mismo propósito. No tiene mucho sentido que se plantee aumentar la eficiencia del gobierno con dos ramas dedicadas al mismo objetivo.
Con este nombramiento, Elon Musk consigue uno de sus muchos intereses con la llegada de Trump a la Casa Blanca. El empresario espera que sus compañías se beneficien significativamente del cambio de rumbo político. Tras una inversión total de 130 millones a la campaña del candidato republicano, Tesla ya ha visto recuperado el gasto con un crecimiento en bolsa por valor de más de 15.000 millones de dólares. Tesla ha disparado el valor de las acciones por encima del 14%. Musk espera que la administración Trump facilite un cambio de normativa para sus futuras estrategias comerciales, principalmente centradas en la conducción autónoma. A pesar de los beneficios notables, muchos de los usuarios de Tesla se oponen al enfoque político de su máximo representante.
Nada más ser nombrado, aunque todavía no ha jurado su cargo, Musk ha prometido “hacer temblar el sistema”. Elon tiene en mente aplicar su particular enfoque empresarial a la administración federal. Tesla y el resto de sus empresas son conocidas por aplicar un exigente ritmo de trabajo. Recortar plazos, maximizar inversiones y evitar derroches son las señas de identidad de Elon Musk como empresario de éxito. Las mismas reglas se aplicarán ahora al gobierno. Por su parte, Trump ha declarado: “juntos, estos dos maravillosos estadounidenses allanarán el camino para que mi administración desmantele la burocracia gubernamental, reduzca drásticamente el exceso de regulaciones, recorte los gastos superfluos y reestructure las agencias federales”.