Este viernes, día 1 de enero, entra en vigor la nueva normativa europea de emisiones WLTP, que modifica los parámetros de medición de gases de los vehículos haciéndolos más estrictos, por lo que un mismo modelo homologará cifras mayores de emisiones con este nuevo ciclo.
En sustitución de la normativa actual NEDC (Nuevo Ciclo de Conducción Europeo), la WLTP llega con el objetivo de lograr que los consumos y las emisiones homologados por los vehículos estén más ajustados a la realidad y sean más cercanos a los que los coches verdaderamente emiten cuando circulan por la carretera. Por ello, la mayoría de los modelos incrementará el número de gramos de dióxido de carbono (CO2) que homologa.
De facto, esta nueva legislación comunitaria supondrá un incremento del precio de los vehículos en España, debido a que el impuesto de matriculación está ligado directamente a las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles.
Así, aunque en la actualidad la mayoría de los coches vendidos en el mercado nacional no pagan esta tasa, ya que emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, el endurecimiento de la normativa de emisiones hará que muchos automóviles salten de tramo y pasen a pagar un 4,75% de impuesto de matriculación.
Lo mismo ocurrirá en el resto de escalones de dicho impuesto. Los coches que emitan entre 160 y 200 gramos de CO2 seguirán abonando un 9,75% en este concepto, mientras que los que superen esta cifra pagarán un 14,75%. Sin embargo, serán más los modelos que tengan que hacerlo ya que la WLTP es más estricta.
El sector automovilístico español ha lamentado esta situación, que encarecerá los modelos un 5% de media a partir de este viernes solo porque homologan más emisiones. Así, desde las principales asociaciones de fabricantes de vehículos (Anfac) y componentes (Sernauto), de concesionarios (Faconauto) y de vendedores (Ganvam) han solicitado en los últimos meses una adaptación de esta tasa para que no se produzca el encarecimiento de los coches.
En este sentido, fuentes del la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), calculan que se dejarán de vender más de 100.000 unidades en 2021 por esta circunstancia, lo que "obliga" a ver el nuevo año de forma "pesimista", augurando un ejercicio "plano", con unas 850.000 matriculaciones.
"No nos podemos permitir un mercado plano en 2021. El mayor peligro para que los concesionarios no puedan mantener el empleo y las inversiones es que la demanda no se reactive. Tenemos la experiencia trágica de la crisis de 2008. Entre 2008 y 2012, el mercado perdió 474.000 unidades, lo que se tradujo en la pérdida de 50.000 puestos de trabajo", han criticado.
Por ello, desde Faconauto han reivindicado que harán "todo lo posible" para que esto no vuelva a ocurrir, aunque han lamentado que la subida del precio de los vehículos "no ayudará".
Reforma fiscal
Por su parte, el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), José López-Tafall, ha lamentado la "incertidumbre" que tienen los conductores debido a la crisis económica y social, lo que está retrasando el momento de adquirir un vehículo nuevo.
"A este contexto de caída hay que añadirle que a partir del 1 de enero del 2021 el impuesto de matriculación va a subir debido a la adaptación a la normativa europea de medición de emisiones WLTP, lo que va a provocar una subida de facto del 5% en el precio de los vehículos y afectando al 50% de la oferta actual. Esto conllevará un fuerte lastre para la recuperación del mercado en 2021 que se estima que pueda reducir las ventas en aproximadamente 110.000 vehículos. A ello hay que añadir el impacto sobre los vehículos producidos en España, donde el 74% de los modelos fabricados se verán afectados", ha explicado López-Tafall.
Así, ha defendido que el sector de la automoción "no está en contra" de una reforma fiscal, pero ha reivindicado que esta debe de ser "integral", incluyendo criterios medioambientales.
"Desde el sector hay un pleno compromiso con la descarbonización de nuestros vehículos, pero hay que hacerla de una manera ordenada e inclusiva y más en un contexto de caída como el que atravesamos. En este tema habría bastado con seguir el ejemplo de otros países como Francia, Italia o Portugal, que han adaptado el salto de baremo del impuesto mitigando el impacto", ha apostillado el director general de Anfac, que ha concluido pidiendo al Gobierno que "aclare" cuál es el modelo de movilidad que se quiere para España.
A pesar de todas las peticiones del sector, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, aseguró que el Ejecutivo ya retrasó la entrada en vigor del método de medición de emisiones WLTP hace poco más de dos años, lo que hubiese implicado una subida del impuesto de matriculación como sucederá este nuevo año.
"No solo hemos sido sensibles (con el sector), sino que en agosto de 2018 apenas llegados al Gobierno, aprobé una moratoria para retrasar el impacto que hubiese tenido", explicó la ministra, defendiendo que el Ejecutivo "ya dio respuesta al impacto que hubiese tenido" este sistema de medición, que se habría aplicado en septiembre de 2018.