Tesla ha sido siempre el espejo en el que mirarse. La gran referencia del sector eléctrico. La compañía de Elon Musk lleva más de una década mostrando el camino a otros fabricantes, demostrando que el coche eléctrico no sólo es posible, sino rentable. Sin embargo, esa posición de líder le pone en una situación muy comprometida ya que todos miran con lupa sus resultados, aunque la compañía ha insistido en que será un curso complicado. Las cifras de Tesla son el mejor termómetro para comprobar la salud de la movilidad eléctrica. El primer trimestre del 2024 no será recordado por ser el mejor de todos. De hecho, podría decirse todo lo contrario. Las entregas de Tesla no cumplen con las expectativas.
A lo largo y ancho del mundo numerosos indicadores y diferentes expertos llevan tiempo anunciando un estancamiento en el progreso eléctrico. El cierre de 2023 dejó un mal sabor de boca al comprobar que las reservas de vehículos impulsados por baterías habían disminuido. Menos pedidos en 2023 se transforman en menos ventas en 2024. A pesar de ello, las marcas tienen que seguir trabajando en las fábricas y es en ese ciclo de producción y venta donde se produce un desequilibrio que podría ser beneficioso para los compradores. Las marcas no quieren acumular stock y en algún momento tratarán de quitárselo de encima con interesantes descuentos.
Mucha más producción que ventas: Tesla tendrá que ajustar sus fábricas
Con respecto a Tesla, las previsiones de entregas fijadas a principios de año vaticinaban un cupo de, aproximadamente, de 430.000 unidades. Un volumen sensiblemente inferior al logrado en el último trimestre del curso pasado. Sin embargo, a pesar de haber relajado las estimaciones, los de Austin ni siquiera se han acercado a esa cifra. Entre enero y marzo de 2024, Tesla ha entregado un total de 386.810 coches en todo el mundo. Del total, 369.783 unidades han correspondido a unidades de los Tesla Model 3 y Model Y, mientras que las tres unidades restantes de la casa apenas han completado 17.027 entregas en los tres primeros meses.
Desde Estados Unidos han propuesto tres motivos que justifican las entregas. El primero y el principal, es el cambio generacional del Model 3. A finales del año pasado la berlina más pequeña de la casa fue actualizada, primero se lanzó en Europa y, a principios de año, en Estados Unidos y el resto del mundo. Ese cambio generacional ha reducido el volumen de entregas de uno de los coches más populares de la casa. También se pueden sumar otros causantes para el menor número de entregas, como los conflictos del Mar Rojo o los problemas ocasionados por el incendio desatado en la planta de Berlín. A pesar de ello, China, su mayor fábrica, no ha presentado incidencias importantes.
El mayor problema de todos es que Tesla ha fabricado más de lo que ha vendido, algo lógico, pero nunca habíamos visto cifras tan descompensadas entre la producción y las matriculaciones. En los tres primeros meses de 2024 la compañía ha producido un total de 433.371 unidades, lo que deja en las estanterías de la compañía un total de 46.561 vehículos sin vender. Los americanos tendrán que ajustar la producción para no pasarse con un stock que podría reducir los márgenes de beneficio de la compañía. Los inversores han mostrado su descontento rápidamente. Las acciones de la compañía han llegado a caer un 7% tras la publicación del informe trimestral.
