Siempre se ha considerado que la EPA cuenta con los estándares regulatorios más precisos y estrictos de todos los existentes. La Agencia de Protección Ambiental ha cambiado a lo largo de los últimos años, alterando sus niveles de control con el paso de las diferentes administraciones que han gobernado en Estados Unidos en los últimos años. Barack Obama hizo de la EPA una de las agencias reguladoras más exigentes, mientras que Donald Trump suavizó su comportamiento durante los cuatro años de su mandato.
Tal y como recoge Reuters, la nueva administración Biden está decidida a retomar la senda de la rectitud de control, y para ello ha preparado nuevos requisitos y nuevos estándares para emisiones de vehículos hasta 2026. Lo que supone que todos los automóviles y vehículos fabricados a partir de 2023 tienen que acogerse a este nuevo programa establecido. Las cosas no pintan para fabricantes tan importantes como Ford, General Motors o el Grupo Stellantis.
El administrador de la EPA, Michael Regan, calificó los estrictos estándares como “factibles”, incluso ha prometido avanzar rápidamente en la siguiente hornada de requisitos, que tendrían su entrada en vigor a partir del año 2026. “Estamos estableciendo estándares sólidos y rigurosos que reducirán agresivamente la contaminación que está dañando a las personas y nuestro planeta”.
A diferencia de otros estándares de emisiones, como el ciclo WLTP en Europa, la EPA altera sus formatos en función del gobierno residente en la Casa Blanca. Eso quiere decir que el formato que la EPA va a aplicar hasta el año 2026 tendrá su continuidad en función de quién sea el próximo Presidente, y la consideración que tenga éste sobre los estándares, pudiendo relajarlos o endurecerlos. No parece un sistema muy fiable, las cosas como son.
Mientras que en Europa el modelo WLTP resulta menos preciso que el americano, los fabricantes tienen una hoja de ruta muy marcada que tienen que seguir de cara a los próximos años. El nuevo programa recoge un endurecimiento de 40 millas por galón como media real para toda la flota. Esta medida endurece las 38 millas por galón propuestas en agosto, y las 32 millas por galón establecidas durante la era Trump. Un endurecimiento del 28,3%.
La EPA ha estimado un importante ahorro para los conductores, cifrado entre los 210 mil y los 420 mil millones de dólares hasta el año 2050. Lo que está claro es que la administración Biden no se muestra tan indulgente con las emisiones y los consumos. En cualquier caso, el nuevo Presidente ya ha anunciado que espera que para el año 2030 el 50% de los vehículos nuevos vendidos en Estados Unidos sean eléctricos o híbridos enchufables.