Las marcas que han forjado una mayor reputación en torno a coches híbridos convencionales son Toyota, Hyundai, KIA e incluso Honda, pues fueron las primeras en apostar de manera clara por esta tecnología. Dado el reinado de estas entre este tipo de coches y que el grueso de marcas europeas ha dado el salto directo a los híbridos enchufables, es complicado encontrar híbridos convencionales (no enchufables) entre toda la oferta actual: o son híbridos ligeros o enchufables o directamente eléctricos. No obstante, Ford tiene a la venta un modelo que recurre a esta mecánica y que, tal vez, no obtiene toda la atención que merece en el ámbito comercial.
Se trata del Ford Kuga FHEV (Full Hybrid Electric Vehicle) que, con una mecánica híbrida convencional similar a la del Toyota RAV4 o el Renault Austral E-Tech, se sitúa por debajo del Kuga PHEV (híbrido enchufable), un modelo que se ha convertido varias veces en el más vendido de su clase en Europa.
Con respecto a esta versión, el Kuga híbrido muestra un precio de partida significativamente más bajo, lo que, unido a no tener que depende de la red eléctrica para disfrutar de su faceta más eficiente, debería resultar más atractivo para una mayor parte de los compradores.
Además, las dos versiones híbridas del Kuga sólo están disponibles con los acabados de gama más altos del modelo en España, lo que implica que ya disfruta de una buena dotación de equipamiento. El acabado más económico disponible en la versión FHEV es el ST-Line y, de serie, cuenta con llantas de aleación de 18 pulgadas, luces cortas, diurnas y traseras LED, espejos exteriores eléctricos calefactables, plegables y con luces de bienvenida, sensor de luces y lluvia, cámara de visión trasera, entrada y arranque sin llave, control de crucero con limitador de velocidad, cuadro de mandos digital de 12,3 pulgadas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros y asistente de mantenimiento de carril con sistema de frenada de emergencia.
Mecánicamente, el bloque protagonista del sistema híbrido es un motor de gasolina atmosférico de 2,5 litros de cilindrada que, por su propia cuenta, rinde 152 CV. Este propulsor es asistido por un motor eléctrico que, colocado en el eje delantero, es capaz de rendir hasta 125CV de potencia. Trabajando de manera conjunta, la cifra máxima de potencia es de 190 CV, ofreciendo un 0 a 100 en 9,1 segundos y anunciando un consumo homologado de 5,4 litros a los 100 kilómetros.
Todo lo anterior tiene un precio en España de 41.740,57 euros en circunstancias normales, un precio similar al del RAV4 en su versión más asequible. Ford tiene en vigor una campaña con la que el precio final para esta versión ST-Line sin elementos opcionales se queda en 35.146,88 euros. Eso sí, está ligado a una financiación parcial de la compra.