La actual crisis de los semiconductores está dando más de un dolor de cabeza a las diferentes marcas de coches. Estos pequeños dispositivos son especialmente importantes dentro de un automóvil estándar donde se pueden llegar a encontrar más de 1.000 unidades de estos pequeños microchips. La escasez de suministros ha llevado a muchas marcas a actuar per se para intentar paliar sus efectos, aunque las cifras nos dicen que todas, por un motivo u otro, están siendo víctimas de esta dificultad añadida a un mercado decreciente de por sí.
Desde Faconauto, la patronal de los concesionarios de vehículos en España, han puesto cifras concretas a cómo está afectando esta crisis directamente a los compradores de vehículos y especifican que a día de hoy existe un déficit de entregas de 250.000 pedidos en total. Esta brutal cifra de retrasos en las adjudicaciones se dan a causa de la actual crisis de los semiconductores, una dificultad a la que el sector lleva todo el año enfrentándose.
Estos actuales niveles de retrasos en las entregas de los vehículos tiene un lado aún más oscuro, y es que estos mencionados 250.000 pedidos son de coches que aún no están matriculados y que no lo estarán hasta, como mínimo, el próximo mes de enero. Esto es algo que repercutirá directamente sobre el propio comprador del vehículo, ya no sólo por la larga espera de su coche nuevo, sino más bien porque a partir del primer mes de 2022 entra en vigor la nueva normativa comunitaria sobre medición de emisiones basadas en el ciclo WLTP, reglamento que dejaron en stand by el pasado mes de julio en pos de favorecer un mayor número de ventas de coches en España.
En el momento en el que esta nueva normativa entre en vigor (a partir del 1 de enero de 2022) el precio de muchos coches nuevos se verá incrementado, según especifican desde Faconauto, entre 800 y 1.000 euros de media general. Este es un incremento que no afectará a los vehículos 100% eléctricos ni a la gran mayoría de híbridos enchufables, ya que el margen impositivo para el impuesto de matriculación da comienzo a partir de unas emisiones contaminantes de CO₂ de 120 g/km.
Ni los tramos actuales, ni el porcentaje impositivo se ven modificados con la incorporación de la nueva regla de medición. Este aumento en el valor final del coche a causa del impuesto de matriculación viene propiciado por la incorporación de la homologación WLTP al reglamento (hasta ahora se utilizaba la NEDC), la cual es mucho más correcta en cuanto a niveles de medición. Esto da como resultado que un coche equis que hasta ahora homologaba cifras de polución aparentemente correctas, a partir del próximo mes pueden verse incrementadas por una evaluación más concisa, y por ende, es posible que algunos coches suban de escalón impositivo, incrementando su precio final. La tabla de medición para el impuesto de matriculación es la siguiente:
Precisamente por estas razones, desde Faconauto declaran injusto el que el propietario vea incrementado el precio final de su vehículo ya firmado por un coste concreto a lo largo de 2021 y que, a causa de la crisis actual, este no sea matriculado hasta 2022 y le sea aplicado el nuevo régimen de homologación. Por ello piden al Gobierno una moratoria de la normativa hasta que "se regularice el mercado".
Como decimos, esto es algo en lo que no se ven afectados los coches eléctricos o electrificados, pero sí se ven perjudicados directamente en la falta de entrega de vehículos, ya que un importante porcentaje de estas 250.000 unidades no matriculadas, pertenecen a coches con la etiqueta ECO o Cero de la DGT. Esto redunda directamente en detrimento de las propias marcas, ya que es posible que no cumplan con los márgenes medios de emisiones estipulados sobre vehículos matriculados en 2021. Desde las propias firmas automovilísticas se han visto obligados a dar prioridad de entrega a los coches con cero emisiones para paliar estos efectos.
Desde Faconauto aseguran que adoptar una nueva prórroga para esta nueva homologación daría cobertura a las propias marcas para poder entregar los vehículos pendientes a sus propietarios, sin que estos se vean en la obligación de incrementar el presupuesto original estipulado para su vehículo. Además de esto, continuar con las ayudas adjudicadas para la compra de vehículos eléctricos daría como resultado un incremento notorio en las ventas de coches de los próximos meses y, como consecuencia, un rejuvenecimiento del actual parque automovilístico español, el cual no pasa por su momento de mayor plenitud.