A partir del 1 de enero de 2035, los coches y furgonetas con motores térmicos tendrán prohibida su venta en la Unión Europea. La descarbonización del sector de la automoción es uno de los puntos más importantes que tienen encima de la mesa los gobiernos europeos. En junio de 2022, el Parlamento Europeo aprobó esta medida respaldando la propuesta de la Comisión de Medio Ambiente, que fue posteriormente ratificada a mediados del mes de febrero. A partir de ese punto, con el texto ya aprobado el texto, pasó a manos de la Comisión, encargada en última instancia de valorar la medida y ratificarla para pasar luego a la aprobación por parte de cada uno de los países miembros.
La polémica y las discusiones sobre esta propuesta han continuado durante estos meses por diferentes razones. La votación final de la UE estaba programada para el 7 de marzo, pero fue retrasada ante el temor de las abstención alemana. Finalmente, Alemania pidió la exención de la medida para aquellos vehículos alimentados por combustibles sintéticos.
“Alemania puede sentar un precedente peligroso al desafiar un acuerdo de la Unión Europea para eliminar gradualmente los nuevos automóviles con motor de combustión a partir de 2035”, ha advertido Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En su opinión, modificar la propuesta tan tarde en el debate podría alterar la forma en que el bloque elabora políticas clave en el futuro y enviar señales confusas a los inversores y las industrias que planean el cambio a energías limpias.
Posteriormente a la propuesta alemana, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se unió a ella amenazando con descarrilar la prohibición, argumentando que tiene poco sentido y pone en riesgo miles de puestos de trabajo. “Es decepcionante”, dijo Ribera, “¿qué pasa si otros gobiernos deciden hacer algo similar en cualquier tema? Las reglas de procedimiento son para todos”.
Cada uno defiende sus intereses
La industria del automóvil alemana es la piedra angular de su economía. Emplea a unas 800.000 personas y factura unos 411.000 millones de euros al año. España es el segundo país productor de automóviles del continente; una industria que es responsable de alrededor del 11% de su producción económica anual. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido más de 4.000 millones de euros para transformar la industria y hacer del país el centro de producción principal de vehículos eléctricos.
La Comisión Europea no debería retrasar su decisión final sobre la prohibición propuesta para 2035, advierte Ribera. “La disputa podría resolverse en otro lugar, como las negociaciones sobre las normas de emisión Euro 7, para evitar romper la propuesta actual y comenzar las discusiones desde cero”, añadió.
Atribuyó las objeciones de Alemania a los conflictos dentro de la coalición gobernante del canciller Olaf Scholz. “Pueden tener una dificultad política interna, pero ahora han exportado su dificultad política interna a toda la Unión Europea. El bloque necesita evaluar el impacto de los combustibles sintéticos en los objetivos de reducción de carbono.
