La venta sólo es el último paso de un fabricante de coches. Antes de que el producto llegue al concesionario ha pasado por muchas fases diferentes. Desde el desarrollo a la producción, cada etapa resulta clave para el buen devenir comercial. China es ahora mismo el gran productor de vehículos eléctricos del mundo. Su industria ha evolucionado rápidamente gracias a compañías como NIO, XPeng o BYD. Esta última ha conseguido posicionarse como el mayor fabricante de coches eléctricos y ahora busca nuevos terrenos que conquistar. BYD quiere abrir una fábrica en Europa y cinco son los países que parecen mejor posicionados para ello.
No es la primera vez que sabemos que los chinos tienen ese objetivo en mente. Ya el año pasado surgieron los primeros rumores oficiales que delataban la intención de acercar el producto al cliente. "No tenemos un plan sólido. Empezamos a aprender y a comprender realmente las necesidades de nuestros clientes, pero si todo va bien y construimos todos los cimientos y la estructura de venta aqu,í eso podría llevar a buscar a alguna localización exacta. Se hará paso a paso". Esas fueron las palabras exactas de Brian Yang, subdirector general de la compañía en Europa.
Durante estos meses, diversas fuentes han ido informando de la evolución del proyecto. BYD ha estado buscando los terrenos más ventajosos. En primera instancia, la intención de los chinos era aprovechar alguna de las fábricas en desuso que ya existen en Europa. Muchos rumores apuntaban a la compra de la planta de Ford en Alemania, pero finalmente no parece que vaya a ser así. El Gobierno germano se ha puesto en plan proteccionista con sus marcas y no está a favor de la llegada de un rival como BYD a sus tierras. Algo que sí permitió con Tesla.
Polonia también está entre las candidatas para albergar las instalaciones, pero los chinos no parecen especialmente convencidos por la ubicación dada su proximidad con Ucrania y el conflicto que se vive en el país, tal y como informa el medio francés LesEchos. Caso parecido es el de Hungría, aunque en este caso el país comparte un espacio fronterizo mucho menor que el polaco y, a su vez, cuenta con una amplia infraestructura industrial centrada en la automoción. Otras compañías como el Grupo Volkswagen ya producen en el país algunos de sus modelos más vendidos, por lo que no sería un gran impedimento.
Con respecto a Francia, el Gobierno de Emmanuel Macron se ha mostrado muy proactivo a la hora de captar socios e inversores extranjeros. Recientemente, el presidente de la República se ha reunido con Elon Musk en el Palacio del Elíseo para hacer ver al empresario las enormes capacidades del país para albergar una de sus grandes factorías. Los beneficios fiscales, así como un largo historial de producción, resultan de lo más tentadores para las marcas, aunque no están exentos de problemas.
El último país en liza es España. El segundo mayor productor de coches a nivel europeo aparece en todas las listas de los lugares más interesantes donde instalar una gran fábrica. El problema principal es que actualmente no hay instalaciones libres que puedan ser ocupadas por BYD para llevar a cabo su proyecto. Eso supone que los chinos tendrían que levantar una planta completamente nueva. Si bien nunca han descartado esa posibilidad, no es la opción preferente. Por el momento, no hay una decisión tomada. BYD ya ha dicho que no tiene prisa en seleccionar una localización, así que sólo el tiempo dirá qué país se lleva el gato al agua.