Maserati es una de esas marcas que todos conocemos, pero que rara vez aparece ante nuestros ojos. Los italianos han pasado por muchas etapas a lo largo de sus ya más de 100 años de historia. Desde acumular enormes éxitos en los albores del mundo de la competición, hasta casi su extinción. El ingreso en el Grupo Stellantis ha dado alas a los de Módena, pero los planes siguen sin ejecutarse al ritmo programado. Maserati se ha visto obligada a retrasar dos grandes lanzamientos, lo que podría afectar significativamente a su recuperación.
La firma de origen italiano está en una situación en la que nadie quiere estar, pero a la que cada vez más marcas se suman. Los planes eléctricos están presentes en todas las marcas, pero en muchas de ellas falla la ejecución. Los retrasos son la norma en la industria y, cuando prometen una fecha, rara vez se cumple. La idea es llegar cuanto antes al mercado, eso obliga a fijar plazos más estrechos, lo que a su vez dispara la posibilidad de fallos o retrasos. A pesar de haber hecho todo lo posible, Stellantis ha tenido que confirmar que dos de sus coches más lujosos no llegarán en el momento anunciado.
Retrasos para dos productos que pronto desaparecerán de las estanterías
Como ya hemos dicho, Maserati está en pleno proceso de cambio y rejuvenecimiento. La integración en la órbita de Stellantis ha marcado un punto de inflexión en la compañía. Gracias a ello no sólo cuenta con una gama más moderna, sino que encara el futuro con la electrificación como pilar fundamental. La familia Folgore debería haber sumado dos nuevas unidades en 2025 y 2026, pero finalmente no va a ser así. La compañía ha confirmado que el Levante 100% eléctrico no será lanzado al mercado hasta el 2027, mientras que el Quattroporte Folgore no hará acto de presencia hasta el 2028.
Estos retrasos ponen en serios aprietos la estrategia general de Maserati. El Quattroporte actual, de combustión, finalizó su producción en el último tercio de 2023. Eso supone que durante cinco años los italianos van a tener libre un puesto esencial para ellos. El Ghibli, el hermano pequeño del Quattroporte, no va a tener reemplazo. Sus ventas no han cumplido objetivos y se descatalogará pronto. La desaparición de ambas berlinas podría afectar a los intereses comerciales de la marca más exclusiva de Stellantis, que tendrá que conformarse con una gama basada en SUV y deportivos.
Fuentes internas explican que los modelos están siendo sometidos a una profunda revisión. El mercado de las berlinas ha cambiado mucho y el Quattroporte tendrá que presentar un concepto completamente nuevo. En cuanto al Levante, la situación es muy similar. El SUV está a punto de desaparecer del mercado y una ausencia continuada supondrá un problema para la estrategia de relanzamiento. A pesar de ello, Maserati puede estar satisfecha con las ventas logradas en 2023. La casa italiana elevó un 22% el volumen de matriculaciones, 7.888 unidades, de las cuales el 70% de ellas han sido del Grecale, el SUV más pequeño de la casa.
En cuanto al desarrollo de estos nuevos modelos, Stellantis se apoyará en la plataforma STLA Large que hace poco anunció, la estructura más larga de las cuatro inicialmente comunicadas por Sellantis. La empleará para sus modelos más grandes y exclusivos, incluidos los Maserati. Podrá alcanzar una distancia entre ejes máxima de 3,075 metros y será apta para todo tipo de modelos, desde SUV a berlinas. También tendrá la opción de disfrutar de altas capacidades de batería, hasta 118 kWh, lo que le permitirá ofrecer autonomías de hasta 800 kilómetros. Gracias a una estructura eléctrica de 800 voltios, los tiempos de carga prometen ser mínimos, unos 4,5 kWh de energía por minuto. Las marcas Dodge y Jeep serán las primeras en usarla. Posteriormente, la disfrutarán Alfa Romeo, Chrysler y Maserati.