Fue el primer coche compacto eléctrico de Volkswagen producido en serie. No llevaba cuatro años en el mercado cuando, a finales de 2020, la marca alemana dejó de fabricarlo para dar el relevo al ID.3. Tenía unas prestaciones decentes para la época y, aunque ahora no deslumbren a nadie, puede ser muy buena compra.
Hablamos del Volkswagen e-Golf 2017 (136 CV), la versión eléctrica de la séptima generación del Golf. Llegó con el restyling de esta generación, en el año 2017, utilizando -evidentemente- la misma plataforma que el resto de versiones con motor de combustión. Antes hubo otro e-Golf, menos potente y con una batería de menor capacidad, pero nos centraremos en la versión más moderna.
Si hablamos de sus prestaciones hoy en día, algunas quedan eclipsadas fácilmente. En estos últimos años, se ha avanzado bastante. Aun así, el e-Golf de 2017 sigue siendo un coche eléctrico muy válido para el día a día, capaz de hacer unos 200 kilómetros por carga si se utiliza mayoritariamente por ciudad, donde hacía mejor gala de su buena eficiencia.
Equipa una batería de iones de litio de 32 kWh de capacidad útil (35,8 kWh brutos) que proporcionaba una autonomía de 232 kilómetros en el ciclo de homologación WLTP (300 según las condiciones del ciclo NEDC). Con el paso de los años, las baterías pierden algo de su capacidad original, así que hoy en día la autonomía dependerá de la salud de la batería. No obstante, una batería que haya sido cuidada y bien mantenida debería seguir dando alrededor de 200 kilómetros de autonomía si somos cuidadosos con la conducción. Cosa distinta es si salimos a autovía, donde el consumo aumenta y la autonomía disminuye notablemente.
Su motor eléctrico tiene 136 CV (100 kW) de potencia y 290 Nm de par, cifras similares a un Golf 2.0 TDI de su generación, con la diferencia de que el e-Golf apenas hace ruido, no vibra y su conducción es mucho más placentera. Además, tiene etiqueta Cero de la DGT, por lo que te puedes despreocupar por las restricciones de acceso y/o circulación en las ciudades.
En un cargador de 50 kW, de los más habituales en España, se puede cargar la batería hasta el 80% en unos 45 minutos (la potencia máxima que admite el coche en corriente continua son 40 kW). Con un cargador doméstico de 7,4 kW se necesitan unas cinco horas para una carga completa.
Cifras aparte, el e-Golf es interesante por ser un buen coche. Los ajustes del interior y los materiales empleados son muy buenos. Esta séptima generación del Golf destacaba por un interior muy bien hecho, tanto a nivel de acabados como en ergonomía y disposición de todos los mandos. Además, iba bien equipado y ni siquiera hoy echarías muchas cosas en falta.
El e-Golf venía de serie con cuadro de instrumentos digital con pantalla de 12,3 pulgadas, denominado "Digital Cockpit", que muestra muchísima información. Equipaba también el sistema multimedia Discover Pro con pantalla táctil de 9,2 pulgadas, a través del cual se podía programar el horario de recarga y la calefacción (también se puede hacer a través del teléfono móvil de manera remota).
En cuanto a seguridad y asistentes a la conducción, el e-Golf equipa control de crucero adaptativo con asistente de atascos, detector de ángulo muerto, alerta de cambio involuntario de carril y frenada autónoma de emergencia con detección de peatones, entre otras cosas. Vamos, que no hace el ridículo hoy en día, siete años después.
Y pese a no utilizar una plataforma específica para coches eléctricos, el e-Golf estaba bastante bien optimizado. Las plazas traseras son idénticas a las de cualquier Golf contemporáneo y el maletero, aunque perdía capacidad respecto a un Golf diésel o gasolina, mantiene unos muy decentes 341 litros de capacidad. Eso sí, perdía el espacio destinado a la rueda de repuesto.
Un muy buen eléctrico para la ciudad desde unos 13.000 euros
Actualmente se pueden encontrar unidades del Volkswagen e-Golf de 136 CV desde unos 13.000 euros en el mercado de segunda mano. En este caso, son las unidades de más edad o con mayor kilometraje.
La mayoría de e-Golfs se mueven en el entorno de los 15.000-17.000 euros. Hablamos de unidades más nuevas, de los años 2019 y 2020, y con no demasiados kilómetros (en nuestra búsqueda hemos puesto 80.000 km como máximo). Un precio inferior al de un Dacia Spring a estreno. Si bien este último puede beneficiarse de las ayudas del Plan Moves III y tiene una autonomía similar, el e-Golf le supera en prácticamente todo lo demás. En definitiva, una opción a tener en cuenta si quieres un eléctrico para la ciudad.