La industria del coche eléctrico está abriendo nuevos mercados y servicios conforme su adopción coge forma, siendo el sistema de carga uno de los que más opciones plantea de cara al futuro. En este sentido, ha aparecido una start-up que sirve para conectar usuarios de coches eléctricos con esas personas que tienen cargadores privados. Se trata de una alternativa que puede tener un gran potencial dada la (todavía) reducida infraestructura que hay a nivel promedio en un buen número de mercados.
Así funciona Bow Charging, un servicio de carga eléctrica pensado para todas las partes
Nick Bradley, el fundador y director ejecutivo de Bow Charging, ha creado el que podría considerarse como el Airbnb de la carga eléctrica. Se trata de un servicio que permite ampliar la red de carga de una determinada zona a domicilios privados y que por el momento solo está disponible en Australia, más concretamente en Sidney y alrededores. Para poder usar el servicio, habrá que abrir un mapa interactivo en el que se mostrarán dónde se encuentran aquellos domicilios que ofrecen el servicio de carga a usuarios de coches eléctricos. Gracias a esta opción, la dependencia de la red pública se reduce, pudiéndose establecer precios más competitivos.
Por el lado de la oferta, este servicio permite sacar un rédito al excedente energético que se produce durante el día en aquellos domicilios en los que hay instalado, por ejemplo, un conjunto de placas fotovoltaicas. Bow Charging actúa como un mero intermediario, por lo que son los propios usuarios de los automóviles y los dueños de los hogares los que deben conformar un precio para la carga eléctrica. El objetivo es incrementar la infraestructura para potenciar, todavía más, la venta de automóviles basados en baterías.
En declaraciones a The Driven, Nick Bradley ha asegurado que esta propuesta viene derivada de la frustración que le genera la lenta adopción de las energías renovables en el mercado. Este curioso sistema de comunicación entre particulares priorizará aquellos puntos de recarga que se sitúen en zonas de mayor requerimiento, expandiéndose posteriormente al resto. De esta manera, se podrá garantizar el servicio en esta primera etapa de desarrollo de la aplicación móvil.
De hecho, Bow Charging ya ofrece un formulario para que cualquier usuario pueda incluirse en la lista de espera. El objetivo es crecer lentamente para poder obtener el feedback de la comunicación antes de una expansión a mayor escala. El servicio ya se encuentra operativo, estableciéndose una meta de varios cientos de transacciones a lo largo de los próximos doce meses. Se espera que este tipo de opciones alternativas pueda tener un gran reconocimiento en los próximos años a nivel mundial dada la infraestructura pública de carga eléctrica actual.