El Mercedes Clase G es uno de los automóviles con mayor historia en el mercado de la automoción. El fabricante alemán sigue confiando en una carrocería peculiar y difícil de entender desde el punto de vista de la aerodinámica. Su buen desempeño fuera del asfalto es lo que le ha permitido seguir siendo un referente entre los modelos todoterreno puros que podemos encontrar en la industria. Tal es el nivel de éxito que hay tras su tecnología que contará próximamente con una mecánica puramente eléctrica.
Ahora bien, ¿creías que uno de los automóviles con mayor personalidad del mercado iba a quedarse sin su correspondiente copia barata venida de China? Veamos a continuación cuáles son algunas de las claves principales que se conocen sobre un clon que, quizás, no está tan acertado. De hecho, no recomendamos la compra de este tipo de copias, ya que difícilmente cumplen los estándares de seguridad que hay presentes en Europa o Estados Unidos.
Así es el clon chino y barato del Mercedes Clase G en su versión puramente eléctrica
El Mercedes Clase G de pega dispone de un tamaño mucho más compacto que el que posee el modelo original. Basta decir, además, que no dispone de los estándares de calidad y seguridad que sí ofrece el producto salido de las instalaciones germanas. Ahora bien, ¿cuáles son sus principales características? Lo primero que llama la atención son sus dimensiones. Para entender qué es lo que tenemos entre manos, su longitud alcanza únicamente los 2,9 metros. Se trata, sin duda alguna, de un espacio que ofrece, a duras penas, dos filas de asientos.
Con un peso máximo de 500 kg, cuenta con un equipamiento particularmente sencillo y espartano. Al fin y al cabo, su principal cualidad es su intento para parecerse al Mercedes Clase G. Un elemento positivo de este reducido peso está directamente relacionado con la autonomía. De acuerdo con la información disponible a este respecto, su autonomía, al menos en términos teóricos, le permitiría alcanzar los 110 km por ciclo completo de carga.
En relación con el motor eléctrico y sus prestaciones, hay cierta confusión. En términos normales, únicamente suele ofrecerse un único dato respecto a la velocidad máxima. En esta ocasión, sin embargo, se ha decidido establecer un intervalo. Desconocemos cuál podría ser el motivo, pero lo cierto es que la información oficial refleja que el máximo se sitúa entre los 35 a 45 km/h. ¿Dependerá del número de ocupantes que haya en el vehículo? Cabría la posibilidad de que fuera así. ¿Quizás en pendiente negativa? No hay más datos disponibles.
Está disponible actualmente a un precio de unos 2.200 dólares, en torno a 2.000 euros al cierre de edición. Aun así, no es recomendable su compra debido a la falta de requerimientos mínimos para homologar su circulación en Europa y otros mercados. Aun así, llama la atención ver cómo nos encontramos ante múltiples soluciones eléctricas en el mercado. Además, es importante tener en cuenta que el números de unidades a comprar debe ascender a tres, por lo que, incluyendo todos los costes adicionales, podría ascender el precio final por encima de los 10.000 dólares.