Nissan fue pionera al lanzar al mercado el Qashqai, el primer C-SUV diseñado específicamente para satisfacer las necesidades y preferencias del mercado europeo (con el permiso del Renault Scenic Rx4). Cuando la fórmula del Qashqai fue imitada por otros fabricantes, Nissan volvió a acertar con el lanzamiento del Nissan Juke, un pequeño B-SUV que creó este segmento tal y como lo conocemos hoy en día.
Han pasado 14 años desde su lanzamiento en el 2010 y ahora el Juke no disfruta de la misma cuota de mercado que tenía años atrás porque, precisamente, el resto de marcas han inundado esta categoría con modelos mucho más competitivos en muchos apartados. No obstante, tiene argumentos de sobra para competir con los modelos más vendidos del momento, como el Toyota Yaris Cross, que no sólo es la referencia comercial, sino también el más fuerte en el apartado de la eficiencia.
Denostado por muchos a causa del diseño tan poco convencional de su primera generación, los diseñadores de Nissan han sabido evolucionar aquella imagen para que ahora, percibiéndose como el mismo coche, sea capaz de gustar mucho más que antes.
Desgraciadamente para Nissan, sus matriculaciones, sin embargo, no reflejan esta apreciación, pues no aparece ni entre los 20 modelos más vendidos de España, algo que contrasta con la situación del Yaris Cross en España. El pasado enero, el modelo de Toyota fue el quinto coche más vendido del país gracias a las 1.522 unidades matriculadas, según los datos de la ANFAC.
Tampoco ayudan a elevar sus datos de ventas que el modelo tiene un precio ligeramente superior al de sus rivales, aunque existen motivos para pagar esa diferencia. El Nissan Juke parte en España, en su versión híbrida Hybrid, desde 31.750 euros, sin incluir ningún tipo de promoción.
Entre los motivos por los que merece la pena pagar ese extra de precio está la calidad de su habitáculo, en el que Nissan da prioridad a aspectos como la solidez de construcción. No llega al nivel de construcción y buenos ajustes de un Honda HR-V, por ejemplo, pero sí está claramente por encima del grueso de marcas generalistas.
La versión más asequible se denomina N-Connecta y cuenta, de serie, con una buena dotación de equipamiento, en la que destacan elementos como las llantas de aleación bitono de 17 pulgadas los faros con tecnología Full LED tanto delante como detrás, Nissan Connect Services con Google Android Auto y Apple Carplay, cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento delanteros y traseros y muchos otros elementos más.
Mecánicamente, y gracias a la alianza que existe entre Renault, Nissan y Mitsubishi, el Juke hace uso del mismo esquema híbrido que encontramos en los Dacia Jogger y Duster, así como en los Renault Captur, Arkana y Clio. Se trata de un esquema muy peculiar en cuanto a diseño, ya que prescinde de un embrague y sincronizadores en su transmisión. Tampoco tiene un motor de arranque tradicional, ya que todo ello lo lleva a cabo un motor eléctrico de 20 CV de potencia.
A este propulsor se suma el motor eléctrico principal, de 49 CV de potencia, y el de gasolina, un cuatro cilindros atmosférico de 1,6 litros que rinde 91 CV por su cuenta. En total, la potencia combinada es de 143 CV, lo que le brinda la capacidad de hacer un 0 a 100 en 10,1 segundos y homologar un consumo de 5,1 litros a los 100 kilómetros. Esta cifra se podrá alcanzar de manera fácil en conducción cotidiana siempre y cuando no se abuse del acelerador, tal y como pudimos comprobar probando este motor en el Dacia Jogger.