Los fabricantes de coches chinos están respondiendo a los nuevos aranceles impuestos por Europa y que están en marcha desde el pasado 5 de julio. Por un lado, el Gobierno chino está alzando la voz y presionando para que haya una renegociación y, por el otro, las marcas plantean ya su estrategia de ensamblaje de vehículos eléctricos en alguna localización de la Unión Europa.
Esa sería, de momento, la única manera de evitar las tasas de derecho de importación, que en el caso de Zeekr (que pertenece a Geely) han aumentado un 19,9%, la segunda cifra más baja, pues BYD se ha quedado con una subida del 17,4%, que en todo caso hay que sumar al 10% ya existente.
Objetivo: escapar de las nuevas tasas
Han salido mejor parados que el resto de fabricantes chinos, pues a todos aquellos que no colaboraron en la investigación de Bruselas (precisamente acerca del exceso de subvenciones a los coches chinos), se les suben los aranceles un 37,6%. Para otros que sí lo hicieron, la tasa genérica se queda en el 20,8% extra.
Unos impuestos inesperados, pues había quienes creían que Europa sería incapaz de responder así al Gobierno chino, por los intereses a nivel comercial que hay entre ambos. Los aranceles, como sea, son provisionales, y en octubre tocará votar si continúan, se modifican o se dejan de aplicar.
Hasta entonces, China mantiene su estrategia de intentar retomar las negociaciones sobre estas tasas con Bruselas, a la vez que sigue quejándose ante la Organización Mundial del Comercio del proteccionismo ejercido tanto por Europa como por Estados Unidos. Y con este último lo tiene más complicado, pues se mantiene férreo en sus tasas del 100% (cuatro veces más que antes) desde mayo.
Así las cosas, y aunque muchos fabricantes chinos dijeron que no les importa esta subida, lo cierto es que BYD ya anunció su nueva fábrica prevista en Hungría, MG podría establecer una planta en España, y ahora Zeekr también está pensando en producir sus coches en Europa.
Podría utilizar las plantas de Volvo
Así lo confirma la información publicada por Bloomberg, en la que se asegura que el CEO de la marca, Andy An, ha confirmado que están en búsqueda activa en nuestro continente, y que pronto podrían anunciar la decisión.
Lo más lógico, claro está, sería recurrir a alguna de la instalaciones que Geely tiene ya en Europa, pues en Bélgica y Suecia tienen plantas destinadas a su marca Volvo, en las que podría ensamblar los vehículos de Zeeker y escapar de los aranceles.