Hasta hace unos meses, MG campaba a sus anchas como el fabricante chino que mejor relación calidad precio podía ofrecer en el mercado del vehículo eléctrico. Sin embargo, hace siete meses, BYD, uno de los mayores fabricantes mundiales de vehículos enchufables (eléctricos e híbridos) y de baterías, desembarcó en Europa. Opera ya en 19 países con más de 150 concesionarios y planea expandirse a más de 500 en 2024. En España, cuenta con 11 puntos de venta y abarcará todo el territorio en 2025 con más de 40.
BYD ya ha desarrollado un ecosistema energético cero emisiones que abarca desde la generación de energía solar accesible al almacenamiento, sin olvidar las soluciones de transporte electrificado. Ahora, BYD también introduce una línea de vehículos eléctricos tecnológicamente avanzados, disponibles para clientes en toda Europa.
La e-Platform 3.0, el ‘secreto’ mejor guardado de BYD
La plataforma en la que se basan todos los coches eléctricos de BYD es la e-Platform 3.0.Ha sido concebida para proporcionar ventajas notables en términos de seguridad, inteligencia, eficiencia y diseño, además de ofrecer un alto rendimiento. Fue lanzada en septiembre de 2021 con la integración como elemento central de su filosofía.
Es completamente modular y flexible, lo que permite versiones con tracción en dos o cuatro ruedas. Además, introduce una estructura de carrocería completamente nueva, con voladizos frontales más cortos, una distancia entre ejes mayor, un centro de gravedad más bajo, mayor habitabilidad, mejor dinámica y un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,21. Posibilita un suelo trasero plano, gracias a la mayor longitud y al espacio ahorrado por la Blade Battery, lo que proporciona un espacio ampliado para los ocupantes de los asientos traseros.
La modularidad de la e-Platform 3.0 permite que sea utilizada en el desarrollo de vehículos de diversos segmentos y puede ser utilizada por terceros fabricantes, facilitando así el desarrollo rápido de vehículos eléctricos.
Integración de componentes
Sobre ella se montan los componentes clave de la tecnología de BYD: la Blade Battery, el primer sistema de propulsión eléctrica 8 en 1 producido en serie en el mundo y la bomba de calor de alta eficiencia. Cada uno de ellos ha sido desarrollado y fabricado por BYD, lo que permite una total integración vertical de la cadena de suministro que incrementa las economías de escala y reduce los costes.
El sistema de propulsión 8 en 1 integra la unidad de control del vehículo, el sistema de gestión de la batería, la unidad de distribución de energía, el motor eléctrico, el controlador del motor, la transmisión, el sistema de carga rápida en corriente continua (CC-CC) y el cargador de a bordo. La profunda integración garantiza un sistema con un 89% de eficiencia. Incorpora un avanzado controlador que asegura una respuesta rápida y un aprovechamiento óptimo de los motores eléctricos.
Tanto el controlador del dominio del habitáculo como el del dominio de la carrocería ya están en producción en serie. En términos de software, BYD ha desarrollado de manera independiente el sistema operativo BYD OS, que separa el hardware y el software, proporcionando un sistema colaborativo que logra una conducción inteligente de alto nivel que sienta las bases para una conducción segura e inteligente.
La seguridad es prioritaria en todos los modelos de BYD. La Blade Battery, con un diseño plano y alargado, mejora la eficiencia y la rigidez estructural de la e-Platform 3.0 en caso de colisión. Esta arquitectura garantiza una mayor protección ante accidentes gracias a la transmisión de las fuerzas a través de su estructura con trayectorias y efectos diferentes a las que se producen en los coches de combustión.
También presenta el primer sistema de refrigeración y calefacción directa diseñado para baterías, lo que incrementa la eficiencia térmica hasta en un 20% en invierno. La innovación de BYD se basa en el aprovechamiento del calor residual del entorno, del sistema de propulsión, del habitáculo e incluso de las propias baterías. Puede operar en un amplio rango de temperaturas. La gestión térmica inteligente garantiza una gran autonomía incluso en condiciones climáticas extremas.
