Las mecánicas híbridas enchufables están empezando a ser la anternativa más interesante para propulsar coches que antes recurrían a grandes motores diésel y gasolina para lograr potencia. Además de en deportivos y coches de lujo, estas mecánicas tienen especial sentido también en coches todoterreno, tal y como demuestra la última decisión de Jeep.
El modelo más icónico de la firma americana es el Jeep Wrangler, al que se debe como marca y como fabricante al ser el modelo desde el cual empezó su reconocida trayectoria. A lo largo de su vida, el Wrangler ha recurrido siempre a mecánicas de gasolina de alta cilindrara, mientras que desde su llegada a Europa fueron los motores diésel los que mejor calaron en la clientela. Ahora, Jeep elimina todo tipo de mecánicas térmicas puras para dejar únicamente la versión híbrida enchufable disponible del modelo.
Así pues, el Wrangler 2024 sólo está disponible como híbrido enchufable desde un precio que en España arranca en los 78.818 euros. Por alto que parezca, lo cierto es que se sitúa dentro de lo habitual entre los coches de su tipo.
Entre sus principales rivales encontramos al Ford Bronco, que con sus más de 87.000 euros de precio de partida es más caro y además no tiene versión híbrida o híbrida enchufable. El Land Rover Defender, por su parte, parte de 81.800 euros en su versión de carrocería 110 y mecánica PHEV. El británico, en comparación con el americano, tiene un habitáculo más refinado e igual autonomía eléctrica.
Mecánicamente, el Wrangler 4xe hace uso de un esquema en el que un motor turboalimentado de dos litros de capacidad y cuatro cilindros es el corazón. Este propulsor rinde por su propia cuenta 272 CV. A este lo asisten todos motores eléctricos, uno embebido en la transmisión y otro colocado en el eje trasero de 63 y 145 CV, respectivamente. En total la potencia que logra el conjunto es de 381 CV.
Este despliegue otorga al Wrangler la posiblidad de hace el 0 a 100 en 6,5 segundos, alcanzar los 177 kilómetros por hora y homologar una autonomía eléctrica de 41 kilómetros gracias al uso de una batería de 17,3 kWh de capacidad. El consumo homologado, por su parte, se sitúa en los 3,1 litros a los 100 kilómetros, aunque la cifra real luego será mucho más alta.
Lo realmente interesante del Wrangle 4x3, sin embargo, está en poder circular en modo híbrido o eléctrico durante las rutas 4x4, en las que disfrutará de las mismas capacidades que los Wrangler diésel y gasolina tradicionales gracias a que sigue contando con caja de cambios con reductora, barra estabilizadora delantera desconectable y el triple bloqueo de diferenciales.
Obviamente, sus cotas todoterreno también ayudan a un buen comportamiento 4x4. Su carrocería se sitúa a nada menos que 25,3 centímetros de altura con respecto al suelo, lo que complementa con unos ángulos de ataque, ventral y salida de 36, 21,4 y 31,8 grados, respectivamente. Los 76,2 centímetros de capacidad de vadeo también garantizarn el poder afrontar zonas de agua, como charcos o ríos de manera efectiva.
