Desde la llegada de los primeros cinemómetros, muchos son los trucos que se han empleado paran intentar despistar a los radares. El último truco que se ha hecho viral en las redes sociales está directamente relacionado con la colocación de un adhesivo especial en la matrícula. Gracias a esta curiosa tecnología, se consigue evitar el efecto del flash a la hora de captar la imagen, no pudiéndose identificar el vehículo infractor, aunque eso sí, la colocación de este sistema en el vehículo puede acarrear multas de hasta 6.000 euros.
El último truco de los infractores para despistar a los radares mediante la ocultación de la matrícula
La comisión de la infracción requiere únicamente de la colocación de un adhesivo que copia a la perfección la tipografía de los números y letras presentes en las matrículas. Basta con acoplar cada pegatina para que quede adherido el material reflejante a la luz. De esta manera, si se utiliza un flash convencional, el material actúa impidiendo ver qué hay detrás de la matrícula.
Tal y como se puede observar en las imágenes anteriores, el funcionamiento de esta tecnología es increíblemente efectivo ante tecnologías de flash convencionales. Cabe destacar que los cinemómetros de última generación disponen de tecnología para no caer en este tipo de trampas, por lo que el uso de estas soluciones no evitará la multa para el infractor.
La Ley de Tráfico establece en su artículo 10 que el conductor está obligado a verificar que las placas de matrícula del vehículo no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación. Por este motivo, es responsable de cualquiera de las infracciones que se impongan por la baja o nula visibilidad de las placas delantera o trasera.
Es importante tener en cuenta que la nula visibilidad de la matrícula o la realización de técnicas de manipulación de la misma puede acarrear multas por valor de miles de euros. En caso de pérdida de matrícula o la existencia de una cierta pérdida de color de los colores de la misma puede traducirse en sanción de hasta 200 euros, sin que ello conlleve pérdida de puntos para el conductor.
En cambio, si se detecta que se han realizado manipulaciones con el objeto de evadir posibles multas, el monto de la sanción puede ascender a los 6.000 euros, conllevando a su vez la pérdida de hasta seis puntos.