Incendio en un Tesla Model X en el agua reaviva dudas sobre seguridad de baterías

Un Tesla Model X termina por accidente bajo el agua tras intentar remolcar una lancha y acaba ardiendo en el fondo.

Tesla Model X ardiendo bajo el agua tras producirse un incendio después de la caída.
Tesla Model X ardiendo bajo el agua tras producirse un incendio después de la caída.
13/11/2023 08:30
Actualizado a 13/11/2023 08:30

Los coches eléctricos han sido víctimas de todo tipo de críticas en múltiples. Las más notables están directamente relacionadas con la autonomía o el precio, pero hay muchas más que se podrían mencionar. Una de las que tiene un mayor protagonismo es la que está directamente relacionada con los incendios. ¿Hasta qué punto un coche eléctrico tiene una mayor probabilidad de quedar envuelto en llamas? Este asunto ha sido motivo de debate en infinidad de ocasiones. 

Un último caso ha llamado particularmente la atención. Se trata de una unidad del Tesla Model X que, literalmente, terminó incendiándose en el agua. ¿Cómo ha sido esto posible? ¿Estamos ante una tecnología que puede ser particularmente peligrosa? Veamos, con más grado de detalle, qué es lo que ha podido pasar y hasta qué punto las baterías eléctricas de este tipo de automóviles pueden causar riesgo de lesiones en sus usuarios. 

Cómo es posible que un Tesla Model X termine incendiándose en el agua 

Tal y como se puede observar en las imágenes, una unidad del Tesla Model X ha terminado en el agua tras un accidente. El suceso, publicado a través de las redes sociales, ha llamado la atención por la presencia de llamas tras quedar parcialmente sumergido. El suceso ocurrió en Estados Unidos, siendo objeto de análisis en todo el mundo. Se trata de un ejemplo que ha vuelto a poner en la palestra algunas de las reticencias de los más críticos con esta tecnología. 

El Tesla Model X protagonista terminó en el agua tras perder el control su propietario.

Esto ha ocurrido, básicamente, debido a la composición química de las baterías. Sin embargo, es importante tener en cuenta que un coche convencional basado en combustibles fósiles tiene una probabilidad superior de salir en llamas. En presencia de un equipo de bomberos, se prefirió esperar a una extinción natural del fuego, procediéndose después a su remolcado hasta tierra firme. Tras ello, la grúa fue escoltada por el camión de bomberos por si se producía una reavivación del incendio durante el trayecto. 

Ante el fuerte incremento de la demanda y oferta de coches eléctricos, se requiere que el personal especializado en la extinción de incendios cuente con una preparación exhaustiva en la materia, dado que las baterías cuentan con una composición que hace muy difícil la neutralización de las llamas. Para apagar un incendio de estas características no vale con echar agua o dejar el área sin presencia de oxígeno. El litio puede seguir ardiendo sin necesidad de este elemento, de ahí la gran dificultad existente. 

El crecimiento en el uso de los coches eléctricos es imparable, por lo que podríamos ver más ejemplos como el ocurrido anteriormente. 

Sobre la firma
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Óscar Almarza

Óscar es graduado en Economía por la Universidad de Valencia y es redactor en medios de motor desde hace 10 años. Destaca su paso por Freno Motor y por Urban Tecno, blog de tecnología y movilidad de Mundo Deportivo. Apasionado de los coches desde que tiene uso de razón, está convencido de que la movilidad eléctrica es posible y necesaria.